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Los bancos se enzarzan en una nueva batalla por las hipotecas

La firma de nuevas hipotecas frena su crecimiento hasta el 7,1 % en octubre

Rocío Martínez Rincón

El mercado hipotecario se ha convertido en los últimos meses de 2015 y en los primeros días de este año en un hervidero de ofertas. Los bancos han puesto toda la carne en el asador para atraer clientes a través de este producto financiero, de capa caída desde que el estallido de la burbuja inmobiliaria cerró el grifo del crédito. Lo hacen con ofertas bien destacadas en sus páginas web e, incluso, en televisión, como es el caso de ING Direct.

Con el mercado de la vivienda en plena recuperación, la concesión de hipotecas va en aumento: según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, el número de hipotecas sobre viviendas inscritas en los registros de la propiedad en octubre del año pasado asciende a 19.195, un 7,1% más que en el mismo mes de 2014, pero el incremento es mucho mayor desde los mínimos marcados en agosto de 2013: del 58%. Este aumento ha coincidido con una caída de los tipos de interés que cobra la banca. Así, según el INE, los bancos cobraron en octubre un tipo medio del 3,30%, frente al 3,60% de un año antes.

En la actualidad, dos entidades ofrecen hipotecas a interés variable de euríbor más un diferencial del 0,99%: ING Direct y Liberbank. Eso sí, para poder optar a este atractivo precio hay que contratar otros productos. En el banco holandés, requiere domiciliar la nómina en la Cuenta Nómina, o, en el caso de una Cuenta Sin Nómina, realizar ingresos mensuales de al menos 600 euros o mantener un saldo mensual de 2000 euros, así como contratar un seguro de vida y hogar. Eso sí, la entidad aclara que su hipoteca Naranja no cuenta con cláusula suelo y que no cobran comisiones de apertura, desestimiento, subrogación o cambio de condiciones.

Por su parte, Liberbank solicita a los interesados la domiciliación de la nómina por, al menos, 2000 euros mensuales; la contratación de un seguro de hogar y de vida, al menos una tarjeta de crédito y compras con ella por 1500 euros por año y un plan de pensiones con un aportación mínima de 600 euros al año. Si no se cumple ninguna de estas condiciones, Liberbank aplicará un tipo del 1,99%.

Bankinter también ha entrado en la guerra de las hipotecas. Su oferta es de euríbor más un diferencial del 1,20%, aunque pone a disposición del cliente cinco tipos de hipotecas en función del perfil de cada cliente. La Hipoteca Personalizada es la que el banco está publicitando con más ahínco. Su diferencial sobre el euríbor es de los más competitivos, del 1,20%, pero a cambio de la contratación de otros productos con el banco: un seguro de vida y de hogar, así como ingresos totales de los titulares superiores a 2000 euros mensuales.

En la gran banca, BBVA es el que apuesta fuerte por la captación de clientes a través de las hipotecas. Ofrece un diferencial del 1,25% si se abre una cuenta en la entidad con ingresos superiores a 1500 euros al mes en el caso de un titular, y de 2000 euros mensuales si hay dos titulares. Además, el cliente deberá contratar el seguro de vida y de vivienda, tarjeta de crédito con, al menos, un pago los seis meses anteriores a la revisión del préstamo, y abrir un plan de pensiones y realizar aportaciones al año por, al menos, 600 euros.

Banco Popular también otorga un puesto relevante a sus hipotecas en su página web, aunque están limitadas a la adquisición de viviendas de su portal inmobiliario Aliseda. Ofrecen un diferencial sobre el euríbor el primer año del 0,90%, que a partir del segundo año asciende al 1,25%.

En esta pequeña “guerra de las hipotecas”, tanto el prestamista como el prestatario deben poner cuidado en no reproducir errores del pasado y que llevaron a la creación de una burbuja inmobiliaria y crediticia con terribles consecuencias económicas. Julio Rodríguez, de Economistas Frente a la Crisis, afirma que los clientes deben conocer cómo les afecta una futura subida de los tipos de interés en el caso de un préstamo a interés variable, mientras que las entidades están obligadas a corroborar, además, “que la relación préstamo/valor del inmueble no supere el tope del 80% y que el esfuerzo de acceso para el prestatario no supere la tercera parte de los ingresos familiares”.

Incertidumbre

Por su parte, Manuel Pardos, presidente de Adicae, coincide con Rodríguez en el peligro que puede suponer una subida del euríbor según vaya mejorando la economía europea. “A día de hoy, no sabemos a qué velocidad va a normalizarse el precio del dinero”, asegura Pardos, que sólo ve razonables los préstamos hipotecarios al 1% y a 10 años de amortización. “Sólo aceptaríamos vinculaciones si el diferencial sobre el euríbor se rebaja a niveles del 0,50%”, concluye. Pardos también aconseja al consumidor pedir el menor importe de hipoteca posible y confirmar que el contrato no recoge ningún tipo de limitaciones al tipo de interés, como las cláusulas suelo o los swaps.

El presidente de Adicae también alerta de que en algunas ocasiones las vinculaciones a las que obliga las entidades pueden ser abusivas. Pardos cita ejemplos que recoge su comparador de hipotecas, en los que aparece la obligación de efectuar pagos con tarjetas de crédito por importes más o menos elevados. “Hay que tener en cuenta que las entidades reciben ingresos por la utilización de las tarjetas de crédito y débito en comercios”, explica Pardo.

Este renacer del mercado inmobiliario no resulta negativo a ojos de los expertos. Julio Rodríguez asegura que a la economía española le viene bien que se recupere el mercado, que haya un volumen mayor de transacciones y que se construyan nuevas viviendas si hay demanda real. “Lo que no es conveniente es el exceso, esto es, una sobreinversión en vivienda que detraiga recursos de todo tipo y termine con el riesgo de burbuja y su consiguiente pinchazo”.

Manuel Pardos cree que la vivienda podría subir un poco más hasta llegar a precios que se puedan considerar razonables, pero descarta una burbuja al estilo de la vivida en los primeros años de este siglo. Lo mismo opina Rodríguez, que afirma que “más que los tipos de interés, importa la cuantía de los préstamos concedidos y los requisitos de solvencia. Se está reactivando la demanda de financiación para la compra de vivienda, pero las condiciones laborales no son proclives al acceso a la vivienda mediante un préstamo hipotecario”. Sin embargo, alerta de que aunque la evolución actual del mercado no invita a hablar de boom o de burbuja, la demanda de vivienda como forma de ahorro “se está viendo favorecida por los bajos tipos de interés y por las inseguridades que presenta la inversión en valores bursátiles”.

El auge del tipo fijo

Dos entidades publicitan en lugar destacado sus hipotecas a tipo fijo: Abanca y Liberbank. La ventaja de este tipo de créditos es que el prestatario abona siempre la misma cantidad, sea cual sea la evolución del euríbor. Abanca promociona un préstamo para vivienda a tipo fijo del 3,49% TAE, que puede rebajarse en un punto porcentual, al 2,49% TAE, si el cliente cumple con una serie de requisitos, al igual que ocurre con las hipotecas de interés variable: domiciliar los ingresos a partir de 600 euros; contratar un seguro de vida y otro de hogar y realizar 24 compras al año con la tarjeta de crédito Abanca o por valor de 2500 euros al año.

Por su parte, Liberbank oferta un préstamo para la compra de vivienda a 20 años al 3,76% TAE, tipo de interés que está condicionado al cumplimiento de varias condiciones: la domiciliación de nómina por un importe superior a 2000 euros mensuales; la contratación de un seguro de multirriesgo hogar, otro de vida y de, al menos, una tarjeta de crédito y al pago de compras con ellas por un importe mínimo de 1500 euros al año y, finalmente, la apertura de un plan de pensiones con una aportación anual mínima de 600 euros.

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