CCOO reivindica la memoria de las personas comprometidas con la libertad

El secretario confederal de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO, Carlos Bravo, ha reivindicado hoy la memoria de las “personas que tenían un compromiso con la libertad, con la justicia y con los derechos de los trabajadores”, en alusión a los abogados de Atocha asesinados hace ahora 37 años.

Bravo ha participado en Salamanca, junto a otros dirigentes de CCOO, en el homenaje que el sindicato ha promovido con motivo del 37 aniversario del asesinato de los abogados de la Calle Atocha en Madrid.

Al acto no ha podido acudir “por motivos personales” el secretario general del sindicato, Ignacio Fernández Toxo.

El 24 de enero de 1977 en un despacho de abogados de derecho laboral de Comisiones Obreras y del Partido Comunista de España, situado en el número 55 de la Calle de Atocha, murieron cinco personas y otras cuatro resultaron heridas en un atentado perpetrado por ultraderechistas.

El homenaje ha consistido en una ofrenda en el cementerio de Salamanca ante la tumba de uno de los fallecidos, el salmantino Serafín Holgado.

Posteriormente, se ha descubierto una placa con el nuevo nombre de la calle donde se encuentra la sede del sindicato en Salamanca, que a partir de hoy se llama Abogados de Atocha.

“Conmemoramos a aquellas personas que tenían un compromiso con la libertad, con la justicia, con la igualdad y con los derechos de los trabajadores tan grande como que les costó la vida”, ha afirmado en una rueda de prensa Carlos Bravo.

De ahí, la responsabilidad de CCOO de “seguir proyectando hacia la sociedad el papel de las organizaciones obreras, de los abogados laboralistas y de las organizaciones sindicales en el pasado, en el presente y en el futuro”, ha remarcado.

Desde su punto de vista, la conmemoración de ese 37 aniversario es “una oportunidad magnífica para poner en valor” lo que CCOO y otros agentes sociales han significado en “la Transición y en la consecución de las libertades en España, y cómo ese compromiso sigue vigente”.

Por su parte, Alejandro Ruiz Huerta, uno de los supervivientes del atentado, ha criticado “la triste evolución” de la sociedad española, “que parece que tiende a dilapidar el esfuerzo realizado durante 37 años”.

Ha apostado por “tratar de seguir trabajando para que no se lamine la democracia”, de la que ha dicho que “no es por la que luchamos en la Transición, sino que es otra distinta y condicionada por las políticas europeas”.

Finalmente, ha subrayado que las víctimas de Atocha son también “las víctimas del franquismo” y que la Ley de Memoria Histórica “no fue suficiente, ni el papel que jugó el juez Baltasar Garzón” al intentar juzgar crímenes cometidos durante la dictadura franquista.

“Ahora -ha concluido- nos tenemos que ir a Argentina para poder seguir luchando por esas más de 100.000 víctimas que están en las cunetas de las carreteras de este país. Siempre estaremos con la necesidad de conocer toda la verdad”.

Ruiz hacía así alusión a la causa emprendida por una jueza argentina contra dos represores del franquismo, un proceso que esgrime el principio de justicia universal por el que cualquier país puede juzgar crímenes contra la Humanidad cometidos en otro cuando éste no los ha juzgado.