CCOO dice que sería una vergüenza que Coca-cola dejase trabajadores en casa

El secretario general de CCOO en Madrid, Jaime Cedrún, ha visitado hoy el campamento de los trabajadores a las puertas de la fábrica de Coca-Cola en Fuenlabrada y ha manifestado que “sería una verdadera vergüenza” que la empresa decidiese readmitirles, pero cobrando sus salarios en casa.

El líder de Comisiones Obreras en la Comunidad de Madrid ha hecho estas declaraciones en el último día del plazo dado por la Audiencia Nacional a Coca-Cola para que decida cómo va a ejecutar de forma cautelar la anulación del ERE dictada el 13 de junio.

“Tiene que readmitirles. Si al final la readmisión pasa por tener a los trabajadores en casa cobrando sería una verdadera vergüenza”, ha reiterado.

Jaime Cedrún ha argumentado que “todos” en la Comunidad de Madrid, partidos políticos, sindicatos, organizaciones sociales y todo el pueblo de Madrid, “que lo está demostrando no consumiendo Coca-Cola”, le han pedido a la compañía “que haya actividad en la fábrica de Coca-Cola en Fuenlabrada”.

El pasado viernes la Audiencia concedió a Coca-Cola cinco días hábiles para tomar la decisión, que a esta hora aún no se ha hecho oficial, y para el secretario general de CCOO en Madrid “el comportamiento de la empresa tiene un tufillo imperialista de no hacer caso a la Justicia”.

Cedrún ha instado al Gobierno regional a que continúe presionando a Coca-Cola para buscar una solución satisfactoria, y los trabajadores ya advierten de que, si no son reincorporados a sus puestos de trabajo en Fuenlabrada en las mismas condiciones laborales, “el conflicto seguirá”.

Desde el campamento de Fuenlabrada mañana sábado partirá una de las marchas de la dignidad que terminarán en Madrid y los empleados aseguran que seguirán “luchando” como llevan haciendo desde enero si Coca-Cola no cumple con el auto judicial.

Hay que recordar que Coca-Cola ejecutó este ERE el 1 de abril, habiendo afectado a unos 1.200 trabajadores en toda España, con más de 800 despidos (232 de ellos forzosos en la planta de Fuenlabrada), cerca de 400 recolocaciones, y el cierre de las plantas de Asturias, Mallorca, Alicante y Fuenlabrada.