De la Concha observa amplio recorrido para rentabilizar turismo lingüístico

El turismo lingüístico, a partir de la enseñanza del español para extranjeros, representa una fuente de riqueza económica aún por explotar en toda su dimensión, por lo que requiere de un “esfuerzo común”, ha dicho hoy en Salamanca el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha.

La cifra actual de hispanohablantes, 742 millones de nativos, configura una “comunidad interesantísima para cualquier otro país, para el comercio y la comunicación”, ha subrayado De la Concha a los periodistas antes de participar en un foro organizado por el rotativo La Gaceta Regional de Salamanca.

A todo ello, ha añadido la “riquísima y viva cultura del arte” que poseen los países hispanohablantes, si bien ha alertado de que la promoción del turismo lingüístico “no puede hacerse a base esfuerzos individuales aislados”, sino a través de “un esfuerzo común” basado en programa y lejos de las “políticas de campanario”.

Si los chinos estudian español es “porque les interesa conectar” con el continente iberoamericano, ha puesto como ejemplo antes de intervenir junto a la decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia, Asunción Escribano, y la consejera de Cultura y Turismo de Castilla y León, María Josefa García Cirac.

El turismo idiomático en España aporta “dos millones de euros a las arcas del Estado”, ha insistido este filólogo que entre 1998 y 2010 dirigió la Academia de la Lengua.

En el caso de España, este potencial se distribuye entre Cataluña, Andalucía, Madrid y Castilla y León en último lugar debido al “tirón que tiene el turismo de sol y playa”, teniendo en cuanta que la imagen de España, muchas veces, está asociada al “folclore y al flamenco” y, en este sentido Andalucía, y en concreto la Universidad de Granada, “se lleva la palma, pero la diferencia no es mucha”.

Sobre el Instituto Cervantes, De la Concha ha destacado su presencia en 44 países en más de un centenar de centros abiertos durante sus veinticinco años de existencia, con una matrícula entre 170.000 y 200.000 estudiantes y un “alto prestigio no sólo por la calidad de la enseñanza, sino por toda la cultura que transmite”.

Especial hincapié ha hecho en el Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española, SIELE, que el Instituto Cervantes ha puesto en marcha con las universidades de Salamanca, la Autónoma de México y la de Buenos Aires.

“Es el proyecto más importante que se está realizando en torno a la difusión del español”, para lo cual hay más de sesenta universidades asociadas a un proyecto “absolutamente digital en todo su planteamiento”, ha recalcado.