Conte garantiza a la UE que Italia reducirá su deuda pública con inversiones y crecimiento

“Nuestro objetivo es la reducción de la deuda. No decimos que no queramos tener las cuentas en orden, sino que queremos hacerlo a través de un crecimiento razonable e inversiones productivas”, ha expresado en declaraciones a los medios en Bruselas.

Conte se ha desplazado a la capital europea para reunirse con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, con su sucesora en el cargo a partir del 1 de noviembre, Ursula Von der Leyen, con el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, y con el presidente del Parlamento Europeo, el también italiano David Sassoli.

El primer ministro ha atendido a los medios tras reunirse con Tusk y ha señalado, preguntado por el cumplimiento de las reglas fiscales comunitarias, que Roma desea alcanzar un “pacto” con las instituciones comunitarias y que necesita “tiempo” para poder desarrollar la agenda “reformadora” pactada por los nuevos socios de Gobierno, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y el Partido Democrático (PD).

“Necesitamos algo de tiempo y en ese tiempo queremos un pacto con Europa para digitalizar Italia, queremos orientar completamente nuestro sistema industrial hacia una economía verde. Y para ello necesitamos tiempo”, ha explicado.

El nuevo Ejecutivo italiano ha prometido elaborar un presupuesto expansivo para 2020 y, a falta de conocer los detalles, Conte ha apuntado que la intención es hacer inversiones que faciliten el crecimiento económico, orienten la economía hacia el desarrollo sostenible y ayuden a crear empleo de más calidad.

Con respecto a la cuestión migratoria, el jefe del Gobierno italiano ha afirmado que hay una “gran disponibilidad” para logar un acuerdo temporal sobre el reparto de migrantes que han sido rescatados en el mar Mediterráneo, que después tendrá que ser “modificado” y “perfeccionado”.

Roma, ha dicho, quiere que este mecanismo temporal incluya un reparto “sustancial” de migrantes y ha avanzado que muchos países serán “reacios” una vez que se haya “perfeccionado”, pero ha sugerido que los Estados miembros que no participen tendrán que enfrentarse a sanciones financieras.

“En perspectiva, cuando lo perfeccionemos, habrá probablemente países reacios, pero los que no participen lo sufrirá en gran medida desde un punto de vista financiero”, ha remarcado.