España presiona a Bruselas para que renegocie un acuerdo pesquero con Mauritania que no perjudique al sector

“Se ha negociado un acuerdo con unas condiciones técnicas que lo hacen inviable para el sector pesquero español marisquero. Y el sector de los cefalópodos no tiene ninguna oportunidad a corto plazo”, ha explicado el ministro a la prensa en Bruselas, horas antes del encuentro con Damanaki.

Además del encuentro bilateral con la comisaria, Arias Cañete defenderá la posición española en contra del acuerdo este martes en la reunión que los ministros de Pesca de la UE mantendrán en Bruselas, con el objetivo de sumar apoyos con los que convencer a Damanaki.

La comisaria negoció en nombre de los 27 un nuevo régimen pesquero que concede posibilidades de pesa en aguas mauritanas a la flota comunitaria por un periodo de dos años, a cambio de 70 millones de euros anuales procedentes de las arcas comunitarias y otros 40 millones que vendrían de las licencias pagadas por los armadores.

El acuerdo, que necesita aún el visto bueno del Consejo que forman los 27 y de la Eurocámara para su entrada en vigor, deja fuera a la flota cefalópoda --lo que mantiene en parada a unos 20 buques gallegos-- e impone nuevas exigencias técnicas que perjudican a otras flotas, como la marisquera, por lo que unos 22 arrastreros permanecen amarrado en Huelva. Sí continúan acudiendo a aguas mauritanas flotas no afectadas por los cambios, como los atuneros.

El sector critica que el nuevo convenio no es rentable y pide modificaciones, mientras que el Gobierno español se ha hecho eco de estas reclamaciones y ha sido el primer país en pronunciarse en contra del resultado de las negociaciones conducidas por Damanaki.

Al caladero mauritano también acuden barcos de otros nueve Estados miembro: Francia, Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Lituania, Letonia, Grecia, Polonia y Portugal. Fuentes diplomáticas han apuntado que alguno de estos países, como Países Bajos y Polonia, han manifestado en reuniones técnicas su apoyo a la delegación española.

Preguntado por el margen de renegociación, Arias Cañete ha insistido antes de su encuentro con la comisaria que “es muy difícil que el Parlamento Europeo o el Consejo puedan aprobar un acuerdo que no tiene contenido pesquero real y que tiene una enorme compensación financiera”.

España considera que “tiene que haber un equilibrio” entre la compensación económica y los permisos de pesca y advierte de que “en este acuerdo no existe”. La decisión de Damanaki de cerrar el acuerdo “contra viento y marea” ha llevado al sector a una “situación muy complicada”, ha criticado el ministro, quien ha confiado en que se puedan “reabrir algunos elementos” del convenio negociado.