España pedirá a la UE el martes la renegociación del acuerdo con Mauritania

España pedirá el martes a la Unión Europea (UE) la renegociación del acuerdo pesquero con Mauritania para solucionar los problemas que, en los términos actuales, genera para el sector, informaron hoy fuentes diplomáticas.

El asunto se tratará, a petición de la delegación española, en el apartado de puntos “varios” de un Consejo de ministros de Agricultura y Pesca.

El ministro español del ramo, Miguel Arias Cañete, trasladará a la Comisión Europea y a los países de la UE la necesidad de “buscar soluciones pragmáticas que se acomoden al sector, a los países de la Unión y a Mauritania”.

El protocolo firmado con el país africano el pasado 26 de julio “no está teniendo el respaldo sectorial que se esperaba”, ya que los barcos no están acudiendo al caladero, lo que crea “un problema que hay que solucionar entre todos”, indicaron las fuentes.

España espera que la Unión encuentre una salida a la situación creada por un convenio cuyas condiciones técnicas conllevan que “no se puede usar el caladero porque no es rentable económicamente”.

El nuevo convenio excluye de las aguas mauritanas a la flota cefalopodera (pulpo y calamar), lo que afectó a buques de Canarias y Galicia, y además fija condiciones muy estrictas para los marisqueros, con lo que este segmento de flota, de origen andaluz, decidió retirarse del caladero.

Las delegaciones de Países Bajos, Lituania, Letonia y Polonia han expresado ya su intención de intervenir también sobre este asunto en la reunión del martes.

Los ministros de otros países afectados por el convenio, como Alemania, Francia, Reino Unido, Grecia y Portugal podrían también aprovechar la ocasión para pronunciarse, ya que muchos de sus buques se ha retirado asimismo del caladero.

El acuerdo incluye una contrapartida financiera por parte de la UE de 70 millones de euros anuales, junto con un aumento del 300 % o del 400 % de los cánones que tendrá que pagar la flota que aprovecha el caladero.

En este momento ni la Unión ni los armadores han abonado ninguna contrapartida.

Las fuentes europeas indicaron que pagar esas sumas sin que exista una utilización del caladero por parte de la flota europea “puede generar un desequilibrio presupuestario y no se justificaría políticamente”.

Sobre la eventual renegociación del pacto, las mismas fuentes indicaron que “siempre hay margen para cambiar” las condiciones.

El Consejo incluirá, por otra parte, un debate sobre el Fondo Europeo de Asuntos Marítimos y de Pesca, incluido en la reforma pesquera, sobre el que la presidencia de turno, que ejerce Chipre, confía poder llegar a un acuerdo en octubre.

España, junto con Francia, Grecia y Polonia, son partidarios de que ese instrumento contribuya a conseguir los objetivos fijados en la reforma, mediante la asignación de ayudas, por ejemplo a la paralización temporal y definitiva de la flota.

La comisaria europea de Pesca, Maria Damanaki, informará en la reunión del fracaso a principios de septiembre en Londres de las negociaciones entre la Unión Europea (UE) y Noruega, por un lado, e Islandia y las islas Feroe, por otro, para llegar a un acuerdo sobre la pesca de la caballa en el Atlántico noreste.

La CE expresará su disposición a utilizar un nuevo instrumento legal del que se ha dotado la UE, solo pendiente de su aprobación formal, y que permitirá adoptar sanciones contra los países que no practiquen una pesca sostenible.

De esa manera, se podrán aplicar medidas contra Islandia y las islas Feroe, incluyendo la prohibición de las importaciones de caballa.

Sin embargo, la CE dejará claro que prefiere darles una última oportunidad en las negociaciones que tendrán lugar en octubre entre los Veintisiete y los Estados costeros en relación a las especies de interés común.

Islandia y las islas Feroe han aumentado desde 2011 sus cuotas de pesca de caballa hasta las 150.000 toneladas, una cuota excesiva para la UE.