España intentará defender los intereses de su flota en la dura negociación pesquera

El ministro español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, defenderá hoy los intereses sustanciales de la flota española en la que se prevé sea una dura negociación de la posición de los países sobre la reforma de la Política Pesquera Común (PPC).

“Como en todo acuerdo todo el mundo tiene que ceder algo. Procuraremos que las cesiones no sean en ningún tema sustancial y que podamos seguir defendiendo al sector pesquero como lo hemos venido haciendo en los compromisos anteriores”, afirmó Arias Cañete a su llegada al Consejo de Pesca de la Unión, que hoy tratará de ajustar su posición para cerrar la reforma con la Eurocámara.

Los ministros europeos mantendrán a lo largo del día reuniones trilaterales con la Presidencia irlandesa de turno y la Comisión Europea en las que dejarán claro hasta dónde están dispuestos a ceder en la negociación con el otro colegislador, el Parlamento Europeo (PE).

El objetivo es acordar hoy una modificación del mandato negociador con la Eurocámara -cuya primera versión fue aprobada en febrero-, que incluya algunas concesiones a los eurodiputados, quienes mantienen una posición más conservacionista.

“Lo cierto es que en este momento el Parlamento (Europeo) mantiene posiciones en algunos temas muy radicales, que afectan y gravemente a la actividad pesquera, no sólo a la española sino a las flotas comunitarias”, señaló Arias Cañete.

El ministro español defenderá ante sus socios comunitarios un equilibrio entre la “necesaria conservación de los recursos pesqueros y la sostenibilidad económica y social de la flota pesquera de nuestro país”.

Su objetivo es que el nuevo mandato conduzca a una “reforma pesquera equilibrada” que conserve los recursos pesqueros pero que también “permita que los barcos españoles puedan tener unos condicionantes técnicos razonables, que la flota pueda cumplir y que el Gobierno pueda controlar”.

En un Consejo que Arias Cañete calificó de “complicado”, España intentará garantizar unas excepciones a la obligación que impondrá la reforma de descargar todas las capturas y evitar los descartes.

El ministro aseguró que la nueva legislación podría imponer la obligación generalizada de desembarcar juveniles en el Mediterráneo, un problema contra el que España lleva muchos años luchando por medio de campañas como la de “Pezqueñines no”, muy importante para concienciar a la población de que los juveniles no deben estar en el mercado“.

Recordó que cuando España entró en la UE en 1986 recibió cuotas de determinadas especies pero no de otras asociadas que actualmente se pueden devolver al mar.

La reforma prohibirá esos descartes, por lo que las cuotas principales de España se verán “afectadas”, comentó.

Por ello, Arias Cañete defendió que España “pueda seguir pescando las cuotas a las que tiene derecho, y eso la normativa lo tiene que permitir”, e instó a que haya “excepciones y derogaciones a la obligación de desembarque, las necesarias”.

Por otra parte, explicó que luchará por otros temas “muy específicos españoles”, como intentar que las almadrabas se incluyan en la definición de buque pesquero, o por la modificación de los planes de gestión pesquera, de manera que las competencias del Consejo queden “salvaguardadas”.

Según dijo, los países con una “sensibilidad parecida” a España en la negociación son Francia, Portugal, Polonia, Grecia, Rumanía, Eslovenia o Croacia (que entrará en la UE el próximo 1 de julio).

Los países y el PE tratan de llegar a un acuerdo final sobre la reforma a finales de mayo o primeros de junio, ante el complicado calendario que se presenta bajo Presidencia lituana de la Unión en el segundo semestre del año para sacar adelante la nueva PPC, y con las elecciones a la Eurocámara y la renovación de la Comisión Europea en 2014.