Expertos analizan en Brasil importancia de la economía rural en Latinoamérica

La importancia del agronegocio para la economía latinoamericana y para una “sociedad cada vez más urbanizada” es el eje central del III Foro de Agricultura de América del Sur, que comenzó hoy en la ciudad brasileña de Curitiba, capital del estado de Paraná, en el sur del país.

“Estamos hablando de una sociedad cada vez más urbanizada y, por lo tanto, cada vez más dependiente de la economía rural”, señaló Giovani Ferreira, gerente de la plataforma Agronegocio del diario Gazeta do Povo, responsable de la organización del evento.

Según los últimos datos, Latinoamérica cuenta con una población rural de 37,7 millones de habitantes y acapara el 30 % y el 28 % del mercado global de grano y carne, respectivamente.

El agronegocio es el principal segmento económico en toda la región y en Brasil es responsable de cerca del 25 % del producto interior bruto (PIB).

Mientras las últimas previsiones de los analistas de los bancos privados apuntan que la economía de Brasil se contraerá este año en torno al 3 %, la previsión es que el agronegocio en el país suramericano crezca en torno al 1,5 % en 2015.

“El agronegocio está salvando la cara a la economía brasileña”, concluyó el profesor titular de la Estação Business School, Judas Tadeu Grassi Mendes, quien criticó que pese a su importancia, la economía rural generalmente queda al margen de los grandes planes gubernamentales.

Para Grassi Mendes es necesaria una mayor inversión en el campo que favorezca la industrialización del sector, lo que permitiría optimizar la producción y estabilizar los precios.

En América Latina se producen actualmente 310 toneladas de grano, de las que 200 son producidas en Brasil. Sin embargo, según apuntó el profesor, el potencial brasileño permitiría duplicar esa cifra.

En la misma línea se expresó el director administrativo del Banco Regional de Desarrollo del Extremo Sur (BRDE), Orlando Pessuti, quien lamentó que “ni las autoridades ni la sociedad brasileñas le dan la importancia que deberían al mundo rural”.

“La historia favorece la vida urbana sobre la vida rural”, señaló a Efe el director de este organismo cuyo principal objetivo es la financiación de proyectos que ayuden al desarrollo de los estados de Paraná, Rio Grande do Sul y Santa Catarina.

Sin embargo, el secretario de Política Agrícola del Ministerio de Agricultura brasileño, Edilson Guimarães, discrepó en declaraciones a Efe de la importancia del papel del Estado en el agronegocio mediante la concesión de ayudas directas.

“La agricultura en Brasil necesita poco del Gobierno hoy en día, lo que deben hacer las autoridades por el sector es mejorar las infraestructuras”, dijo Guimaraes, quien apuntó a las deficiencias en la cadena de distribución como uno de los grandes problemas que lastran el desarrollo del agronegocio en el gigante suramericano.

A lo largo de la primera de las dos jornadas del Foro, diversos ponentes expusieron la importancia de la economía rural para el crecimiento económico, la generación de puestos de trabajo o el desarrollo de fuentes de energía sostenibles, como el biodiésel o el etanol.

Sin embargo, fue Pessuti quien expuso más vehementemente la importancia de la agricultura para la sociedad al sentenciar que “sin el campo las ciudades se morirían de hambre”.