El FMI secunda el “Abenomics” y subraya la necesidad de reformas en Japón

El FMI secundó hoy la aplicación del plan de estímulo alentado por el primer ministro nipón, Shinzo Abe, al tiempo que condicionó su éxito a la futura aplicación de reformas estructurales que permitan potenciar el crecimiento y la estabilidad en Japón.

El subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), David Lipton, explicó hoy en Tokio que el organismo “apoya de manera total” las medidas activadas hasta ahora en el marco del paquete promovido por el líder conservador.

Entre ellas, se encuentra el programa del Banco de Japón (BOJ) para duplicar la base monetaria de cara a terminar con década y media de deflación.

En una rueda de prensa convocada al término de la misión anual del FMI para evaluar el ritmo de la economía nipona, Lipton subrayó que “la ambiciosa estrategia” del primer ministro, popularmente bautizada como “Abenomics”, “brinda una oportunidad única” para lograr que los precios vuelvan a subir y que la economía crezca.

El número dos de la entidad consideró naturales e inevitables ciertos efectos secundarios que hasta ahora ha tenido la masiva inyección del BOJ, como la volatilidad en los mercados, especialmente en la Bolsa de Tokio, o la fuerte depreciación del yen, la cual de momento no estimó “problemática”.

En cualquier caso, el organismo no varió su previsión de crecimiento para Japón con respecto a su informe de perspectivas publicado en el marco de su reunión de primavera, y lo volvió a situar en el 1,6 por ciento para este año.

Y es que el FMI considera que el éxito de estas nuevas políticas “depende de manera crucial de la ejecución de ambiciosas reformas” en el apartado fiscal y en la propia estrategia de crecimiento de la tercera economía mundial, tal y como destacó en un comunicado emitido para sintetizar la visita realizada a Japón.

De este modo, la entidad con sede en Washington ha alabado la implementación de la primera de las llamadas tres flechas que componen el “Abenomics”, la que corresponde al ambicioso paquete de relajación monetaria del BOJ, al tiempo que ha alertado sobre la importancia de ejecutar adecuadamente las otras dos flechas.

Estos dos pilares adicionales del plan de Abe llaman a concebir una nueva estrategia para crecer, por un lado, y a potenciar el gasto público, por otro.

Precisamente, el mayor desembolso procedente de las arcas del Estado y los costes cada vez más altos de la seguridad social han motivado que “los riesgos” que afronta la salud fiscal nipona hayan aumentado, según destacó Lipton, que pidió hoy concretar “cuanto antes una reforma concreta y verosímil” a medio plazo en este campo.

El organismo sugirió datos concretos y habló de la necesidad de llevar a cabo una “consolidación fiscal estructural del 11 por ciento del PIB” a lo largo de la próxima década de cara a reducir el volumen de deuda de Japón, que duplica su PIB y es la mayor del mundo desarrollado.

En ese sentido, volvió a apoyar la subida prevista del IVA, que en Japón pasará del 5 por ciento actual al 8 por ciento en 2014 y al 10 por ciento en 2015, algo que muchos temen que pueda ahuyentar la buena estela que ha tenido en los últimos meses el consumo interno, que supone casi un 60 por ciento del PIB del país asiático.

El número dos de la FMI insistió además en que realizar “incrementos sucesivos hasta el 15 por ciento o más debería tenerse en consideración, dado que el impuesto sobre el consumo es la fuente de ingresos más eficiente”.

Por otro lado, Lipton consideró “apropiadas” las medidas tomadas por el BOJ hasta ahora “para contener la excesiva volatilidad en el mercado de deuda pública”, algo que ha preocupado en los últimos días, dado que el interés del bono nipón ha rondado el 1 por ciento y ha desatado el temor a un incremento de los tipos a largo plazo.

En lo referente a estimular el crecimiento a medio plazo, el FMI consideró positivos movimientos del Gabinete Abe como la participación en las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) o sus deseos de aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral.

Aún así, recalcó que se necesitan “esfuerzos más amplios para generar sinergias de crecimiento”.

Ente las medidas que sugiere están las de liberalizar sectores como el agrícola o el de servicios, potenciar la aportación de capital de riesgo para empresas de nueva creación o eliminar gradualmente ayudas costosas para PYMEs “inviables”.

También llamó a reducir la excesiva dualidad del mercado laboral nipón o a flexibilizar requisitos de entrada para los trabajadores foráneos de cualificación alta.

Andrés Sánchez Braun