ING reduce su beneficio hasta septiembre y adelanta el último pago al Estado

El grupo financiero holandés ING obtuvo un beneficio neto de 75 millones de euros en los primeros nueve meses del año, un 97,4 % menos que en el mismo periodo de 2013, informó hoy la entidad, que adelantará el pago final de 1.025 millones de euros al Estado holandés por el rescate en 2008.

ING registró entre enero y septiembre unos ingresos subyacentes de 11.541 millones de euros, un 0,4 % más que en el mismo periodo de un año antes, y unos gastos operativos de 6.407 millones de euros, un 1,0 % más.

El grupo registró, sin embargo, un resultado más fuerte en el tercer trimestre, con un beneficio neto de 928 millones de euros, incluido el impacto neto del legado de los negocios aseguradores de ING, frente a los 128 millones del mismo periodo de 2013.

Aquel descenso se debió a costes no recurrentes relacionados principalmente con la venta de su rama de seguros en Corea del Sur, en el marco del proceso de reestructuración.

Los ingresos subyacentes alcanzaron entre julio y septiembre 3.942 millones de euros, un 4,5 % más que en el mismo periodo de un año antes, y unos gastos operativos de 2.134 millones, un 0,7 % más.

El resultado trimestral del negocio de banca arrojó 1.006 millones de euros, un 25,6 % superior al del tercer trimestre de 2013, impulsado por costes menores asociados con el riesgo e ingresos sólidos por intereses.

Los resultados del tercer trimestre reflejan además el resultado neto de 354 millones de euros por la participación del 68,1 % de ING en su negocio de seguros NN tras la oferta pública de venta a principios de julio, en la que redujo su participación del 100 % al porcentaje accionarial actual, con vistas a reducirlo por debajo del 50 % hasta finales de año y deshacerse del resto antes de finalizar 2016.

También incluyen el impacto financiero causado por la clasificación del Grupo NN como “mantenida para la venta” a fecha de 30 de septiembre, que implica una reducción del valor contable de 70 millones en el fondo de comercio y de 333 millones sobre ciertos otros activos no recurrentes.

Además, en septiembre ING vendió 30 millones de acciones en Voya Financial para quedarse con un 31 % del capital social aproximadamente, una operación que tiene un impacto financiero de 41 millones netos de operaciones discontinuadas.

El consejero delegado de ING, Ralph Hamers, recordó que la semana pasada el grupo financiero superó las pruebas de resistencia y de la calidad de los activos del Banco Central Europeo (BCE), lo que permite a la entidad “adelantar el pago final de la ayuda de Estado” recibida durante la crisis financiera, que se realizará el 7 de noviembre.

Hamers siempre ha dicho que quiere devolver la ayuda cuanto antes, y solo estaba a la espera de las pruebas de resistencia para hacer el pago final, que efectuará ahora seis meses antes de lo acordado con la Comisión Europea (CE) en 2012.

Con este pago habrá reembolsado 13.500 millones de euros, incluidos 10.000 millones del principal y 3.500 millones en intereses y el pago de primas, dando al Estado holandés una rentabilidad anual del 12,7 %.