Italia capta 6.500 millones, con una fuerte rebaja de tipos en bonos a 3 años

El Tesoro italiano logró colocar hoy el máximo que ofrecía de 6.500 millones de euros en deuda, de ellos 4.000 millones en bonos a tres años, con una fuerte rebaja de los tipos de interés frente a la precedente adjudicación comparable de mediados de julio, informó el Banco de Italia.

Los inversores exigieron un interés del 2,75 % en los bonos a tres años, frente al 4,65 % de la emisión anterior, mientras que la demanda fue de 5.940 millones, lo que supone un ratio de cobertura de 1,49 veces.

Asimismo, el Tesoro italiano asignó 1.500 millones en bonos con vencimiento en marzo de 2026 a un interés del 5,32 % y sobre los que el Banco de Italia no estableció comparaciones con emisiones precedentes.

Se adjudicaron también 1.000 millones de euros en una reapertura de bonos con vencimiento en 2017, con un rendimiento del 3,71 % y en la que el Banco de Italia tampoco estableció comparaciones con subastas anteriores.

En ambos casos la demanda superó la oferta con un ratio de cobertura de 1,50 veces para los bonos con vencimiento en 2026 y de 1,85 veces en el caso de los bonos con vencimiento en 2017.

Tras la subasta de deuda a tres años, la prima de riesgo italiana, se mantuvo estable en torno a los 347 puntos básicos, en un nivel ligeramente superior al cierre de la sesión de ayer.

Con la subasta de hoy se cierra una tanda de dos emisiones prevista por el Tesoro italiano para este inicio de septiembre, después de que ayer lograra adjudicar 12.000 millones de euros en bonos a tres y doce meses a un rendimiento menor.

Es la primera tanda de subastas que afronta el país tras el anuncio del pasado día 6 hecho por el Banco Central Europeo (BCE) sobre un nuevo programa de compra de deuda en el mercado secundario, con vencimiento entre uno y tres años, de los países en dificultades que lo soliciten.

Al apoyo de la entidad monetaria europea se sumó ayer el respaldo del Tribunal Constitucional alemán al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), aprobado por las dos cámaras parlamentarias de este país antes de la pausa estival.

En Italia, el anuncio del nuevo programa de compra de bonos por el BCE tuvo una buena acogida y el primer ministro, Mario Monti, lo calificó de “un importante paso hacia adelante para una gobernabilidad de la zona euro más satisfactoria”.

Con todo, Monti, cuyo Gobierno tecnócrata se ha centrado en el saneamiento de las cuentas del país desde que subió al poder en noviembre de 2011, reiteró en las últimas horas en una entrevista al The Washington Post que, por el momento, Italia no recurrirá a la ayuda del BCE.

Mientras tanto, desde la entidad monetaria, hoy se insistió en la importancia de que los países que se encuentran en un proceso de saneamiento de sus balances respeten los objetivos fijados con la Unión Europea.

El BCE advirtió en su boletín mensual de que una acción incompleta en este aspecto por parte de Italia comportaría nuevos riesgos para el país.