Líder guatemalteco pide la paralización de las obras de una hidroeléctrica de una empresa española

La organización no gubernamental española Alianza por la Solidaridad y la ecologista MadreSelva han denunciado el impacto ambiental de las obras de construcción por parte de Cobra/ACS de un complejo hidroeléctrico en el río Calabón, en el norte de Guatemala, que está afectando al ecosistema y la convivencia de la etnia qeqchi.

Por su parte la empresa ACS, consultada al respecto, ha declinado hacer alguna valoración por confidencialidad en el tema.

El dirigente guatemalteco de MadreSelva, Julio González, que se encuentra en Madrid, ha dicho en una entrevista con EFEverde, que las comunidades indígenas del departamento de Alta Verapaz piden por ello la paralización de las obras de construcción del proyecto hidroeléctrico Renacer que lleva a cabo la empresa española.

El proyecto ha provocado la reducción de “casi un 95 % del caudal del río Calabón”, ha asegurado González, con las consiguientes consecuencias para “la biodiversidad, la agricultura y la subsistencia de los más de 29.000 habitantes del departamento más empobrecido de Guatemala”.

González ha denunciado, además, que el Gobierno guatemalteco no realizó la consulta previa sobre el proyecto con los qeqchi, como lo regula el convenio sobre pueblos indígenas de la ONU.

Por ello, exigen la realización de un estudio global de impacto medio ambiental “ya que han primado los intereses económicos y un desarrollo extractivista que tienen secuestrado el río Calabón”, ha sostenido.

“Aparentemente la empresa Cobra/ACS tiene todos los permisos para las obras de las fases 4 y 5 del proyecto Renace, pero no hay un informe de las consecuencias que tendrán en la población local”.

Además, ha explicado que actualmente los qeqchi tienen limitado el acceso al río entre las siete de la mañana y las cinco de la tarde y la empresa ha contratado servicios armados para el control de las entradas.

El dirigente guatemalteco ha asegurado que las tierras en las que se ha ejecutado el proyecto fueron adquiridas “bajo presión y engaño” ya que los indígenas las vendieron a “precios muy bajos”.

González ha manifestado que además la tierra se está sobreexplotando con monocultivos de palma africana y caña de azúcar para biomasa y biodiesel.

La representante de la ONG española Alianza por la Solidaridad, Almudena Moreno, ha explicado que Cobra/ACS participa desde 2012 en las obras, para las que cuenta solo con solicitudes de permiso ambiental, pero no con un informe de impacto global.

“Es la vulneración de un instrumento que debería salvaguardar y proteger el medio ambiente y a las personas, pero se ha utilizado únicamente como un instrumento administrativo al que las comunidades no tienen acceso porque no está en su idioma y deben desplazarse hasta Ciudad de Guatemala para recogerlo, lo que les supone muchas horas de viaje y un alto coste para su empobrecida economía”, ha asegurado.

Aparte de sufrir todos los impactos medioambientales de las obras, la región sufre actualmente la sequía consecuencia del fenómeno de El Niño, ha dicho la representante de Alianza por la Solidaridad.

Y a pesar de ser el departamento que más beneficios económicos genera en Guatemala, la población no tiene beneficio económico alguno, porque, además, en cuanto se acaban las obras, terminan las fuentes de trabajo, ha manifestado.

Moreno ha concluido que las empresas beneficiarias no han cumplido con las ofertas de implementar a la zona con servicios sociales y que las escuelas y los niños cuentan con unas edificaciones totalmente inadecuadas.

Por ello, la ONG ha presentado en Madrid la campaña TIERRRA, que busca empresas Rentables, pero Responsables con los Recursos naturales, para sensibilizar sobre el control del impacto de las inversiones extranjeras de compañías privadas con sede y/o capital en España.