Miles de funcionarios vascos se manifiestan contra los recortes públicos

Miles de funcionarios y trabajadores del Gobierno Vasco se han manifestado hoy en las tres capitales vascas contra los recortes en el sector público, especialmente por el decreto del Ejecutivo de Urkullu que aumenta la jornada laboral, lo que reducirá la contratación de eventuales.

Las manifestaciones, encabezadas por el lema en euskera “No al decreto. No a la destrucción de empleo. En defensa de los servicios públicos, decidimos aquí”, estaban convocadas por los cuatro sindicatos representados en la mesa general de la función pública vasca -ELA, LAB, CCOO y UGT- y contaban con el apoyo de otras centrales sectoriales de educación (STEE-EILAS) o sanidad (como SATSE y SME).

En Bilbao se ha celebrado la marcha más multitudinaria, con varios miles de personas que han recorrido completa la Gran Vía y han proseguido por la calle Navarra hasta el Arenal.

En San Sebastián, alrededor de 1.500 personas se han manifestado por el centro de la ciudad, en una marcha que ha partido y concluido en el Boulevard, y han coreado consignas en contra de los recortes de los servicios públicos en Euskadi.

Los participantes portaban también carteles con frases como “No somos antisistema, el sistema es antinosotros” o camisetas con los lemas “No soy culpable de esta crisis” o “Médico público muy cabreado”.

Responsables de todos los sindicatos convocantes han reclamado al Gobierno Vasco, en declaraciones a los periodistas en Bilbao, la retirada del decreto que incrementa la jornada laboral de los trabajadores de la Administración pública vasca y han recordado que el Parlamento vasco ha aprobado la misma exigencia al Ejecutivo.

Arantxa Agote, de UGT, ha calificado de “hipócrita” al Gobierno de Urkullu y le ha acusado de “engañar a la ciudadanía” al decir que hace política para la promoción del empleo cuando está destruyendo “miles” de puestos de trabajo de eventuales en el sector público.

La representante de LAB Arantxi Sarasola, que ha destacado la unidad sindical lograda en este caso, algo poco habitual en el País Vasco en los últimos años, ha cifrado en 2.000 los puestos de trabajo que se perderán con el incremento de la jornada laboral de los empleados públicos.