La OCDE alerta que la desigualdad daña el crecimiento económico a largo plazo

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) alertó hoy de que los altos niveles de desigualdad pueden dañar el crecimiento a largo plazo y abogó por una mayor redistribución de los recursos.

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, dijo que un estudio que está realizando el organismo muestra que si las desigualdades aumentan más podrían provocar reducciones de hasta el 7,5 % del PIB por cápita en los próximos 25 años.

En el encuentro de sindicatos del L20 en Brisbane (Australia) previo a la cumbre de líderes del G20 este fin de semana, Gurría indicó que la crisis económica ha aumentado la brecha entre ricos y pobres, lo que “no es solo un problema social, también tiene impacto en las perspectivas económicas”.

“Debemos tener cuidado en garantizar que las estrategias del G20 en crecimiento no solo impulsen este crecimiento y la creación de empleo, sino que también tengan en cuenta las desigualdades”, dijo Gurría ante el L20, según el texto del discurso facilitado a los medios.

A juicio del secretario general, la disparidad entre salarios limita la capacidad de los jóvenes de entornos socioeconómicos pobres para invertir en formación, incorporarse al mercado laboral y participar en la sociedad, lo que acaba repercutiendo en el crecimiento.

“Cierta redistribución de los recursos puede favorecer un crecimiento más inclusivo pero esto no es suficiente. La política debe ser la de equipar a la gente con la formación necesaria para que puedan aprovecharse de sus circunstancias y adaptarse cuando estas cambian”, añadió.

Gurría abogó por la creación de trabajos menos precarios y de más calidad, por favorecer la incorporación al mercado laboral de jóvenes, corregir la desigualdad salarial y de oportunidades de promoción que padecen las mujeres y mejorar la formación y la cooperación entre los sectores público y privado.

Según la OCDE, el 10 % de la población más rica tiene unos ingresos 10 veces superiores a los del 10 % de población más pobre, cuando en 1980 la diferencia era de 7 veces, y en 1990, de 8.

Durante la cumbre del G20 de este fin de semana, la OCDE presentará a los participantes el plan contra la erosión de la base tributaria y el movimiento de beneficios (BEPS, en inglés).

El documento, que en septiembre fue asumido por los ministros de Finanzas del G20, persigue evitar que las multinacionales dejen de pagar impuestos donde generan ganancias al reubicar de forma artificial el origen de su actividad en países que ofrecen un mejor trato fiscal.