Patronal cree que caso Volkswagen no afectará al mercado brasileño

La patronal del sector automotor de Brasil descartó hoy algún efecto en el mercado local por el escándalo que envuelve a la fabricante Volkswagen, que admitió el uso de un software para manipular las pruebas ambientales de los motores a diésel de un vehículo que comercializa en el país.

“El mercado brasileño tiene estructura suficiente para atender a los consumidores. (El escándalo de Volkswagen) no tiene influencia directa con el mercado brasileño”, afirmó el presidente de la Asociación Nacional de los Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), Luiz Moan, en una rueda de prensa.

Moan evitó expresar la opinión de la patronal sobre el caso Volkswagen y lo consideró como un asunto de la “intimidad de la empresa”.

A finales de octubre la fabricante de automóviles admitió que manipuló el software con que se miden las emisiones contaminantes de los motores diésel del vehículo Amarok, producido en Argentina y comercializado en Brasil.

Los motores manipulados corresponden a los modelos fabricados en 2011 y parte de 2012, aunque la compañía precisó en un comunicado que la aplicación del software no afecta a la seguridad de los vehículos.

Volkswagen también informó que las investigaciones llevadas a cabo en Alemania determinarán si la utilización del software consiguió sobrepasar los límites de emisiones establecidos en Brasil, como ha ocurrido en Estados Unidos y Europa.

A partir de 2016 Volkswagen llamará a revisión a los propietarios de 17.057 afectados por esta acción con el fin de llevar a cabo una actualización del programa.

Según datos de Anfavea, en octubre fueron matriculados alrededor de 21.000 automóviles de Volkswagen y 4.650 comerciales leves (furgonetas) de la misma firma.

Las matriculas de automóviles de Volkswagen cayeron un 2 % frente a septiembre y la de las furgonetas retrocedieron un 13,4 %, aunque la reducción va en línea con el resto de empresas automovilísticas asentadas en Brasil.

La industria automotriz brasileña pasa un momento de crisis, con una caída de la producción y de la demanda que, según Anfavea, es reflejo de la delicada situación económica y política que vive el país.