Rosell subraya el avance “espectacular” en el desapalancamiento desde 2011

El presidente de la CEOE, Joan Rosell, ofreció hoy en Santiago de Compostela una visión optimista de la evolución de la economía española y citó el ejemplo del desapalancamiento de hogares y familias desde 2011, que calificó de “espectacular”.

Rosell se desplazó a la capital gallega, donde mantuvo un encuentro con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y una reunión de trabajo con la dirección de la patronal gallega, encabezada por el presidente de la CEG, José Manuel Fernández Alvariño.

En conferencia de prensa, el dirigente empresarial agregó que aún figura como uno de los problemas más importantes el déficit público y la necesidad de que se incrementen los ingresos fiscales y valoró el avance registrado en el ámbito privado.

Preguntado por el incremento salarial como motor del consumo interno, recordó que hasta 2010 “parecía que no nos enterábamos de lo que estaba pasando” y los salarios siguieron creciendo en función del IPC, cuando en Alemania se bajaron los salarios y hoy ya están creciendo, también para corregir que exportan mucho y consumen poco y así no pueden ser la locomotora de la economía europea.

Joan Rosell pidió que concluya el acuerdo de moderación salarial al que se llegó con los sindicatos y esperar a la evolución de la economía en 2014, en que -dijo- los analistas ya cifran el crecimiento del PIB en el entorno del 0,8 o 1 por ciento “y creciendo”.

En cuanto a los problemas de la empresa, señaló que los principales son la caída de ventas y la insuficiente liquidez que se recibe del sistema financiero, aunque consideró que cuando finalice definitivamente su reforma, fluirá el crédito, también como una “necesidad propia” de las entidades.

Finalmente, resaltó el incremento de la capacidad exportadora española y apuntó que, aunque hoy son 100.000 las empresas exportadoras y en 2007, 150.000, señaló que España no ha perdido cuota de exportación mundial, que está en el 1,8 por ciento, y que es mayor en servicios, hasta el 3,4 por ciento.

Preguntado por su valoración de los dos años de Gobierno de Mariano Rajoy, subrayó el Ejecutivo “ha hecho un buen plan de reformas” y recordó que “ha recibido una herencia complicada, por no decir complicadísima, en una situación de crisis internacional como jamás habíamos visto, donde se empezaron a hacer los deberes tarde, no voy a decir tarde y mal, tarde y como se pudo”, apuntó.

El empresario explicó que “el cambio de tendencia vino a partir de mayo del 2010, donde se empezaron a hacer toda una serie de políticas que no eran las que a todos nos hubiesen gustado en aquel momento, pero no había alternativa, a toda una serie de desajustes y desequilibrios en la economía española, muchos de ellos derivados de la economía mundial”.

También valoró los avances en la reforma laboral y opinó que el Gobierno “ha intentado, en el tema laboral, adaptar a la realidad la legalidad”.

Insistió en que se han hecho reformas “importantes”, aunque “quedan todavía por hacer alguna”, entre las que citó la de la administración, que calificó de “absolutamente básica”, pues “la simplificación administrativa en España es tremendamente necesaria”.

El dirigente empresarial afirmó que lo “único” que le pide al Gobierno, “en nombre de todos los empresarios”, es “que sigan haciendo reformas, porque cuantas más reformas hagamos y más rápido, más competitivos seremos”.

Concluyó sobre este asunto que “era muy complicado cómo se llegó” y que “se han dado los pasos que se tenían que dar para poder salir del bache en que estábamos”, (pues) “prácticamente habíamos caído al abismo”.

Con motivo de la presentación del libro de Pedro Solbes y el debate que ha suscitado, el presidente de la CEOE, ha rechazado “hurgar en la herida” y afirmó que “la equivocación española en cuanto a no enterarnos suficientemente de la crisis fue de la sociedad en su conjunto”.

Así, resaltó que “aquí seguíamos dando en el año 2006 crédito en el último trimestre al 26 y al 27 por ciento y lo daban los bancos, lo daban las cajas y lo íbamos a pedir los hogares, las familias y posteriormente el sector público”.

Por ello, se preguntó quién se equivocó y quien no lo hizo y se respondió que, “desgraciadamente, fueron muy pocos los que no se equivocaron y muchos los que se equivocaron”.