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¿Le preocupa el gasto de luz con el aire acondicionado? Pues los expertos cuestionan el ahorro de las tarifas planas

Un termómetro en Madrid. Foto: cc Antonio Tajuelo vía Flickr

Juan Cruz Peña Pérez

Al calor, aire acondicionado. La ola de calor que sufre la península ibérica y que parece no tener fin trae aparejado un importante repunte en la contratación de servicios de climatización. Se busca hacer lo más llevadero posible un verano que la Aemet pronostica más caluroso de lo normal. Consecuencia de estas altas temperaturas, el consumo de electricidad ha marcado esta semana su máximo de verano de los últimos cuatro años.

Durante los últimos meses, las compañías eléctricas se están afanando en ofertar supuestas “tarifas planas de energía” con el reclamo de pagar una cuota fija y olvidarse de cuánto y cómo se consume. Sin embargo, los expertos y las organizaciones de consumidores alertan de los peligros que puede suponer abandonar la tarifa regulada, denominada PVPC (Precio de Venta al Pequeño Consumidor), para abrazar estos servicios ofertados, que esconden algunas trampas.

Las trampas contractuales

La asociación de consumidores Facua ya alertaba a principios de este año de que “los supuestos descuentos que ofertan las eléctricas pueden encarecer el recibo hasta un 11,9%”. Para ello, mostraba una tabla comparativa de las diferentes ofertas ofrecidas por las principales compañías eléctricas y que suponen abandonar el precio regulado para entrar en el mercado libre. El portavoz de este colectivo, Rubén Sánchez, habla directamente de “publicidad engañosa”.

Como ejemplo cita la supuesta tarifa plana de Gas Natural Fenosa, que tiene un tope de consumo, con lo que no es en realidad una tarifa plana al uso, como las de compañías de telecomunicaciones, sino que habría que hablar de un bono. El problema, explica Sánchez, es que si se consume a partir de la cantidad de kW/h contratados se cobra como una penalización y a precios mucho más altos del coste regulado.

Otra asociación de consumidores, la OCU, ya alertaba el pasado año de “la peligrosa tarifa plana de Gas Natural”. Esta organización señala que “su tarifa plana es en realidad una franquicia: si superas el límite te cobran cada kW/h a un precio muy elevado”. La OCU advierte de que este plan “estimula el derroche, confunde al consumidor, beneficia a pocos, perjudica a muchos y es sólo para entendidos”. Esta asociación señala que donde se pueden encontrar ahorros más claros es contratando una potencia de 6,9kW o superior, aunque después de un año se reducen las bondades al aplicarse una cuota más alta.

Otra trampa que cita el portavoz de Facua en la publicidad de estos productos es la de hablar de descuento. Así, algunas de estas empresas comercializadoras remarcan el término “descuento” en sus campañas publicitarias pero nunca lo aplican sobre el precio de PVPC, sino sobre otro superior, con lo que aún después del supuesto “descuento” la cantidad a pagar es superior que en el PVPC.

En una simulación que realizó FACUA en enero con estas ofertas para un consumidor medio, sólo dos tarifas de todas las que ofrecen las grandes compañías, una de Iberdrola y otra de Endesa, daban precios menores que el de PVPC. Sin embargo, estas ofertas se publicitan de forma engañosa con rebajas de entre el 10% y el 12% ya que aluden a precios estipulados por ellos mismos y no al precio regulado. En la práctica, apenas suponen un ahorro de un euro en facturas mensuales de casi 80 cada mes con respecto a lo que se pagaría a precio de PVPC y con las complicaciones futuras que se podrían derivar de haber abandonado el mercado regulado.

Finalmente, Sánchez matiza que es diferente la tarifa plana que ofrece Gas Natural Fenosa a la Tarifa Fija que vende Iberdrola, la cual consiste en pagar una cantidad constante y a final de año se compensa el consumo de los doce meses, para después pagar más si ha habido un exceso o compensar si se ha consumido de menos. Sea como fuere, “los precios de la tarifa fija casi siempre están por encima del consumo que se hace en PVPC, con lo que no merece la pena”, observa.

Esa misma apreciación hace la portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu, que expone que “sería interesante siempre y cuando el precio que propusieran fuera ajustado y no como el que ofrece Iberdrola en su nueva campaña publicitaria, que encarece el precio en más de un 30% a cambio de congelar sólo en una pequeña parte el coste de la luz durante tres años”.

Desde la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético califican estas tarifas de “altiplanas”. Lo hacen así porque consideran que, a cambio de la estabilidad, los usuarios pagarían bastante más. Para demostrar el incremento que sufriría cada usuario de forma personalizada disponen de esta calculadora.

No es lo mismo energía que telecomunicaciones

Desde un punto de vista técnico, el experto en el sector eléctrico Jorge Morales, miembro de esa plataforma, explica que una tarifa plana no se puede concebir de forma similar a las del ramo de las telecomunicaciones. Morales destaca que para Internet y teléfono es lógico que se puedan ofrecer productos de consumo ilimitado, dado que una vez amortizado el gasto de la infraestructura el coste del suministro es muy bajo para las compañías. Por el contrario, en el caso de la energía, la propia producción lleva unas cuantías aparejadas que las empresas tienen que repercutir en los usuarios, de ahí que si se consume más o menos de lo establecido en la oferta, te sube mucho el precio. “Estos paquetes fomentan el derroche”, lamenta este experto. Morales mostraba a través de este gráfico la dificultad de acertar para ahorrar con estas tarifas.

Un cambio peligroso

Otro aspecto remarcable que destaca Morales es que una vez que se contrata alguno de estos productos y se abandona el PVPC, el usuario entra en el libre mercado, donde las compañías tienen mucho más margen de maniobra respecto a sus clientes. Este experto advierte de que ante una situación de impago, la compañía puede cortar el suministro en el plazo de cinco días, a diferencia de los usuarios adheridos a la PVPC, que disponen de mayor protección al encontrarse bajo el paraguas de una regulación que no existe en el libre mercado.

Para Rubén Sánchez, de FACUA, la razón fundamental de llevarse a los clientes al mercado libre es que los precios que cobran por la energía son más elevados. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) también se suma a la recomendación de hacer bien los cálculos antes de dar el salto del mercado regulado al mercado libre. Así, este organismo elaboró un decálogo de consejos para los usuarios. Desde la CNMC consideran el PVPC es la opción donde los consumidores están más cubiertos a la hora de reclamar; en el mercado libre lo tienen que hacer por la vía judicial y el precio no está regulado, por lo que hay que ver el consumo y tener en cuenta la letra pequeña de los contratos. Por otro lado, esta comisión destaca que para dar el salto al mercado libre se suelen ofrecen una serie de ventajas o promociones puntuales, pero después de terminadas esas ofertas se estipulan unos precios mucho más caros que lo que se tenía antes, con el PVPC.

Otro punto a destacar es el compromiso de permanencia al que se exponen los clientes con las compañías. De esta manera, algunas empresas imponen costes adicionales en caso de cancelación de los contratos, pero que se disimulan en la letra pequeña.

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