Técnicas Reunidas paga 30 millones por retrasos en la ampliación de la mayor refinería de Portugal
Técnicas Reunidas, la empresa de ingeniería especializada en infraestructuras para la industria energética controlada por la familia Lladó, ha tenido que pagar una indemnización de 30 millones de euros a la petrolera portuguesa Galp. La empresa española ha perdido un arbitraje internacional en el que ambas partes se acusaban mutuamente desde hace años de retrasos en la ampliación de la refinería de Galp en Sines, la mayor de Portugal, un proyecto de 1.080 millones que la española se adjudicó en 2007.
El desenlace desfavorable para los intereses de Técnicas Reunidas fue avanzado el viernes por el semanario Expresso y está recogido, de forma muy sucinta, en las últimas cuentas trimestrales de Galp, cuyo mayor accionista (33,34%) es la familia Amorim, la más rica de Portugal. En esas cuentas, que abarcan el periodo comprendido entre enero y septiembre de este año, Galp indica que los eventos “no recurrentes” del periodo “fueron de 30 millones y estuvieron sobre todo relacionados con la recepción de una indemnización de un proceso de litigación” que se corresponde con el pago recibido de Técnicas Reunidas.
La multinacional que fundó y preside el octogenario exministro de la etapa preconstitucional José Lladó, de 84 años (es el ejecutivo más longevo del Ibex 35), no ha considerado oportuno comunicar a sus accionistas la resolución de este contencioso. En el informe de resultados trimestrales correspondiente a los nueve primeros meses del año que remitió a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado 13 de noviembre no figuraba ninguna alusión al respecto.
Técnicas informó entonces de una caída del beneficio trimestral del 89%, hasta 5,6 millones de euros, que atribuyó a aspectos como “las dificultades para recuperar los sobrecostes incurridos en las últimas fases de algunos proyectos específicos” o a “la contabilización de las diferencias negativas de cambio debido a la fuerte depreciación de la lira turca”.
Técnicas Reunidas, que no ha respondido a las preguntas de eldiario.es sobre este asunto, ya tenía aparcado un colchón en sus cuentas para hacer frente a la compensación que finalmente ha tenido que abonar a Galp. A mediados de 2017, en el epígrafe de “Otras provisiones”, la compañía ya elevó la bolsa para hacer frente a estas contingencias en 31,15 millones de euros, hasta los 47 millones.
En sus últimas cuentas anuales, de 2017, la española señalaba que en relación a esta disputa, “el proceso de arbitraje ha continuado durante el presente ejercicio, mediante audiencias y alegaciones entre las partes sobre las reclamaciones cruzadas entre Técnicas Reunidas y el cliente, relacionadas principalmente con las responsabilidades de ambas partes en relación a diversos retrasos”.
Técnicas Reunidas argumentaba en esas cuentas que, aunque Galp reclamaba una compensación “por pérdidas de producción causadas con dolo, la planta fue recepcionada a satisfacción del cliente, pagada íntegramente y los avales de buena ejecución y garantía fueron devueltos por el cliente en su totalidad. Por consiguiente, la dirección de la Sociedad y sus asesores legales estiman que no es probable un desenlace en el que se genere un pasivo significativo adicional para Técnicas Reunidas”.
Este contencioso era uno de los mayores litigios que tenía abierto la compañía y “la disputa más significativa” con clientes de Técnicas Reunidas, que en los nueve primeros meses de este año redujo sus ventas un 16,1% (hasta 3.255 millones) y recortó su beneficio un 91,1% (hasta 3,5 millones).
Otro asunto que mantiene abierto es la millonaria reclamación que mantiene con la Agencia Tributaria española, que exige a Técnicas Reunidas 136,2 millones de euros de cuota y 28,6 millones de euros de intereses de demora por el Impuesto sobre Sociedades de los ejercicios 2008 a 2011.
