Vodafone reorganiza la dirección de su filial en España tras la dimisión de su presidente, Francisco Román

La filial española de Vodafone ha anunciado este lunes cambios en su cúpula directiva. El presidente del grupo hasta la fecha, Francisco Román, ha anunciado su dimisión del cargo tras más de 15 años en la dirección de la teleco en España. Antonio Coimbra, actual consejero delegado, asumirá también la presidencia a partir del 1 de enero.

Román había ejercido desde 2003 como consejero delegado de la empresa y posteriormente también como presidente. Francisco Román formó parte, en representación de Airtouch Internacional, del equipo que obtuvo en 1994 la primera licencia tras la liberalización del mercado de las telecomunicaciones en España y desde el comienzo de la operación de Airtel Móvil fue el director de Tecnología de la nueva compañía. Fuentes de la compañía apuntan que desde hacía años se encontraba fuera de las funciones ejecutivas del grupo y tenía un papel más institucional y de representación.

Román cuenta con una extensa carrera desde los años ochenta con un paso por compañías como Microsoft, donde fue director general en España, o HP, donde fue responsable de ventas en España. Según ha asegurado la empresa en un comunicado, ha sido el responsable de la expansión de la red móvil de Vodafone y del negocio de datos.

Una de sus últimas responsabilidades al frente de Vodafone España fue la de tener que testificar en septiembre en un juzgado de Madrid como testigo por una demanda millonaria presentada por una startup española, ToT, por infracciones de patentes contra la filial española de la teleco británica.

De este modo, Coimbra añade a su cargo de consejero delegado, que ocupa desde 2012, las responsabilidades de presidente de Vodafone España y de la fundación Vodafone.

La compañía realiza estos cambios en la dirección en un proceso de fuerte presión competitiva por parte de sus rivales, Orange y Telefónica, en el negocio televisivo con los derechos de emisión del fútbol de por medio. El grupo presentará en dos semanas sus resultados en España en los que se apreciará el posible impacto de esta guerra comercial que vive el sector de las telecomunicaciones.