Los sindicatos ponen como ejemplo a los trabajadores de limpieza de Madrid
Se cumplen 25 años de la mayor huelga general que ha vivido España. El 14 de diciembre de 1988, el país se detuvo por un paro general convocado por CCOO y UGT. “El 14D fue el 15M del 88”, apunta Antonio Gutiérrez, entonces secretario general de CCOO en un acto organizado por el sindicato para conmemorar el aniversario. “Nos pusimos a disposición de la ciudadanía para mostrar el malestar social que existía”. Como muestra de esta afirmación, han presentado los resultados de la huelga de limpieza de Madrid para mostrar lo que puede conseguir la movilización sindical.
Al contestar a la pregunta de si las organizaciones sindicales han perdido fuerza en la actualidad para convocar paros como el de hace 25 años, el actual secretario del sindicato, Ignacio Fernández Toxo, ha dicho que con una crisis tan prolongada, con una expresión brutal en el empleo, es “normal y entendible” que se produzca esta desconfianza porque hay una parte de la sociedad que ve a los sindicatos como parte del poder establecido. “El sindicato tiene que superar este estado de opinión pública”, ha añadido.
“El 15M tiene virtudes pero también grandes defectos”, ha dicho el líder sindical, que ha señalado que la capacidad de movilización no se corresponde con la capacidad de convertirlo en una alternativa. En este sentido ha señalado que el sindicato tiene una virtud y es la capacidad de ponerle la letra a una música que circula en la sociedad española. Esta confluencia es lo que -según ha asegurado- se ha intentado en 2012 cuando se convocaron dos huelgas generales y un “sinfín” de movilizaciones de otro tipo.
Para acercarse a la ciudadanía, Toxo ha señalado que hay que evitar decirle a la gente que existe una solución mágica que les va a solventar los problemas que tienen. “Sí se puede, decían los compañeros de la limpieza, y claro que sí se puede. pero tenemos que organizar una hegemonía social. Desde las organizaciones sindicales intentamos contraponer una propuesta alternativa”, ha afirmado.
El líder sindical ha añadido que es necesario encarar la salida de la crisis con un ambicioso programa de inversiones a escala europea. Para ello, presentarán el próximo día 18 en Bruselas una iniciativa que propone una inversión de alrededor de dos puntos del PIB europeo, entre 250.000 y 260.000 millones anuales durante diez años, para atacar los problemas de la economía europea, generar un motor económico y promover la generación de empleo.
La huelga que paralizó España
La huelga que paralizó EspañaEl contexto en el que se fraguó la huelga general de 1988 estaba marcado por un incremento del desempleo, un gasto social muy por debajo de Europa y el detonante fue un Plan de Empleo Juvenil que quería aprobar el Gobierno de Felipe González. Y una situación económica con similitudes a la actual, aunque en aquel momento la economía española crecía a niveles del 5%.
Con el apagón de la entonces única cadena de televisión, TVE, dio comienzo una jornada de huelga general en la que los sindicatos cifraron el seguimiento en el 95% y que obligó al Gobierno de Felipe González a dar marcha atrás en las medidas laborales que había previsto. “Contrariamente a quienes afirman que el éxito fue de participantes, el éxito fue lo que sucedió después. Se sentaron las bases, con sus imperfecciones, del Estado de Bienestar que aún disfruta la sociedad española. Eran objetivos visibles que conectaban con las aspiraciones de la inmensa mayoría de la sociedad española”, ha señalado Toxo.
Por su parte, Gutiérrez ha señalado que en su momento fueron la vanguardia del rechazo a las políticas injustas. Era un contexto donde se podían hacer políticas más justas, ha apuntado. “Lo duro era gobernar con justicia, era más duro haber hecho una buena política fiscal y a la vez una política redistributiva. Era más fácil poner en marcha por primera vez las Sicav o poder poner en marcha un gran número de subvenciones a las empresas”, ha dicho. “Fuimos los abanderados en proponer propuestas. No teníamos afán de sustituir a nadie sino que teníamos la obligación de mostrar que los sindicatos éramos capaces de construir una alternativa a aquel gobierno”, ha añadido.
