Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Cuando aprobar el techo de gasto era para el PP “un ejercicio de responsabilidad”

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la ministra de Educación y portavoz, Isabel Celáa, y la ministra de Economía, Nadia Calviño.

Rodrigo Ponce de León

Hace justo un año, el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguraba en el Congreso: “Tiene que haber sentido de la responsabilidad por parte de todos los grupos, ya que si no se aprueba el techo de gasto en julio estaremos como estábamos en septiembre, paralizados”. La debilidad parlamentaria del PP, con solo 134 diputados, le obligaba a hacer un llamamiento desesperado para conseguir el respaldo suficiente para aprobar el techo de gasto como paso previo para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2018.

Esta debilidad parlamentaria llegó a provocar que Montoro elogiara la abstención como herramienta política del juego político de la Cámara Baja. “No hace falta que se intensifique tanto y que se tenga que votar a favor. ¡Si te puedes abstener¡, que es una gran figura parlamentaria y es democracia pura”, apuntó el ministro en referencia al PSOE.

Ahora, tras la moción de censura que ha colocado a los socialistas en el Gobierno de España, al Partido Popular parece olvidarse de las palabras del expresidente Mariano Rajoy cuando aseguró en 2017: “Me he implicado personalmente a lo largo de estos últimos días y, sinceramente, sería muy positivo para España que se aprobara el techo de gasto, los objetivos de estabilidad y un nuevo presupuesto”.

El Consejo de Ministros aprobó este viernes el techo de gasto para los Presupuestos Generales del Estado de 2019, los primeros que va a intentar sacar adelante el Gobierno de Pedro Sánchez. El ministerio de Hacienda ha establecido un tope de gasto no financiero para el año un 4,4% mayor que en 2018: 125.064 millones de euros.

Aunque el PP no se ha posicionado oficialmente ante la propuesta de techo de gasto del Ejecutivo socialista por la pugna interna por la presidencia del partido, el voto en contra de las comunidades autónomas gobernadas por los populares en el Consejo de Política Fiscal y Financiera a la ampliación de los objetivos de déficit para las autonomías, del 0,1% al 0,3% (2.500 millones más), vaticinan que el Partido Popular torpedeará con su mayoría absoluta en el Senado la senda de déficit que llevará a las Cámaras el Gobierno la próxima semana.

Con el objetivo de conseguir un adelanto electoral, los populares obstaculizaran las aprobación del techo de gasto tanto en el Congreso como en el Senado que podría provocar la prorroga presupuestaria. Esta situación dificultaría la meta de Sánchez de terminar la legislatura en 2020.

El techo de gasto de 2019 (125.064 millones de euros) no es muy diferente al que los populares aprobaron para 2013, 126.792 millones, pero la situación económica era muy distinta porque ese año el PIB cayó un 1,7%, o del techo de gasto en 2016, con 123.394 millones, aunque este año la economía española lograba crecer a un 3,3%.



“Será difícil que el PP explique por qué veta una senda más flexible de la que autorizan los socios comunitarios”, dijo Montero, que calificó como “pataleta política” la posición del Partido Popular que demuestra que “los recortes son una cuestión ideológica y que el PP hacía el ajuste porque no cree en lo público”.

La premisa de los populares para rechazar el nuevo objetivo de déficit autonómico fue la incapacidad de utilizar las dos décimas de margen por las restricciones de la regla de gasto o porque iba a suponer un mayor endeudamiento de las comunidades. Argumentos difíciles de comprender cuando el Ejecutivo de Mariano Rajoy solo ha cumplido un año, de los seis que estuvo en el Gobierno, con los objetivos de déficit.

España terminó 2012 con un déficit del 10,4% del PIB debido al rescate público de las entidades financieras, cuando el objetivo era el 6,3%, una vez que Bruselas aceptó renegociar la senda fiscal ante la incapacidad del Ejecutivo de cumplir (la meta ese año era el 5,3%). Hubo una tercera revisión al alza ante la evidencia de que no se cumpliría, pero en 2013 con un objetivo de déficit del 6,3% se terminó el año en el 6,9%; en 2014 se cerró con un 5,9% cuando el compromiso era del 5,8%; en 2015 se acabó el año con un déficit del 5,2% pero el objetivo era del 4,2% y 2016 terminó con un déficit del 4,5% pero lo acordado con Bruselas era el 2,8%. Solo en 2017 se consiguió cumplir con el 3,1%.

Pese a las críticas iniciales de los populares, la política económica del Ejecutivo de Mariano Rajoy se ha fundamentada en una austeridad expansiva no muy diferente de la que ha definido hasta el momento la ministra de Economía, Nadia Calviño. Aunque Calviño ha admitido que en el ejercicio en curso “no hay esfuerzo estructural para la reducción del déficit”, de cara a 2019 explicó que gracias al componente cíclico, con un crecimiento del del 2,4% del PIB, se reduciría automáticamente el déficit, si bien el Gobierno se ha comprometido a hacer un esfuerzo estructural del 0,4% del PIB. Más austeridad expansiva.

Pero en el PP también parece que se han olvidado que los socialistas en diciembre de 2016 les ayudaron a sacar adelante la senda del déficit. Era el PSOE de la gestora, muy diferente al que lidera hoy Pedro Sánchez. Entonces, el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, alabó la “responsabilidad y la actitud constructiva” de los dirigentes socialistas. Este viernes, Hernando avisó que su partido no apoyará en el Congreso y en el Senado el techo de gasto aprobado por el Gobierno si conlleva subidas de impuestos y aumento del déficit y de la deuda pública.

Etiquetas
stats