La Armada uruguaya monta un operativo especial por la protesta ambientalista argentina

La Armada uruguaya montó hoy un operativo especial de seguridad en la frontera con Argentina y en el limítrofe río Uruguay debido a la protesta náutica que efectuarán vecinos de la ciudad argentina de Gualeguaychú contra la planta de celulosa de la finlandesa UPM, informaron fuentes oficiales.

Unos cien efectivos de la Armada y de la Prefectura Nacional naval, además de un buque guardacosta y un helicóptero de la Aviación Naval, fueron desplazados a la ciudad de Fray Bentos, a unos 300 kilómetros al noroeste de Montevideo, destacó el portavoz de la fuerza del mar uruguaya, Gastón Juansolo.

El objetivo es “garantizar la seguridad y prevenir posibles desórdenes” en la frontera con Argentina y en el río Uruguay, agregó.

El marino destacó que “no se permitirá” que los participantes en la protesta náutica desembarquen en el puerto de Fray Bentos o en la terminal portuaria de UPM (antigua Botnia), ambas en el río Uruguay, límite natural entre ambos países.

Grupos de vecinos de la ciudad argentina de Gualeguaychú, frente a cuyas costas se encuentra la planta de celulosa, anunciaron hoy que se manifestarán para protestar contra el aumento de producción de UPM aprobado por el Gobierno uruguayo.

Además de esa marcha, habrá una protesta náutica desde el puerto de esa ciudad argentina hasta las proximidades de UPM, ubicada a unos 30 kilómetros de distancia junto a las costas uruguayas y en la periferia de Fray Bentos.

Los ambientalistas argentinos ya intentaron marchar hacia Uruguay el pasado 6 de octubre, pero el dispositivo de seguridad desplegado por las autoridades de ese país, que solo permitía el paso de los representantes políticos de Gualeguaychú, frenó su manifestación.

Esta decisión frustró la prevista reunión entre los alcaldes de Gualeguaychú, Juan José Bahillo, y Fray Bentos, Omar Lafluf, para dialogar sobre el conflicto.

El pasado 2 de octubre, Mujica anunció la autorización para el incremento de producción de la planta de celulosa en 100.000 toneladas y hasta 1,2 millones de toneladas al año, bajo la condición de implementar nuevas medidas de protección medioambiental.

La decisión motivó gran malestar en el Gobierno de Cristina Fernández, que ha amenazado con recurrir a la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

La instalación de la planta de Botnia (hoy UPM) en 2005 fue motivo del peor conflicto bilateral en décadas entre ambos países por el bloqueo que los vecinos de Gualeguaychú mantuvieron durante varios años en el puente fronterizo.

Por este conflicto, Argentina recurrió en 2006 al tribunal de la Haya, que en 2010 determinó que la planta no contaminaba pero que Uruguay no había informado debidamente a su vecino sobre los detalles de la construcción.

El fallo ordenó, además, crear una comisión conjunta para vigilar y controlar la contaminación en el entorno de UPM.