El Banco de Italia pide a las pequeñas entidades que intenten fusiones

Roma, 31 may (EFE).- El gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, afirmó hoy que las pequeñas entidades del país tienen “debilidades estructurales” y deben revisar con urgencia sus modelos de negocios, e incluso intentar fusiones para reforzarse tras la crisis de la pandemia de coronavirus.

Visco señaló en un discurso que los bancos más pequeños presentan debilidades como gobiernos corporativos inadecuados, controles internos insuficientes o una reducida capacidad de acceso a los mercados de capitales.

“Acuerdos comerciales con otras entidades, creación de consorcios” e incluso “operaciones de agregación” son fundamentales para estas entidades, que son las que sufren un mayor impacto de los préstamos con moratorias, sostuvo.

Consideró que las grandes entidades se encuentran en una situación diferente porque están en línea en términos de capitalización y calidad de préstamos con las de otros países.

Destacó que todo el sector debe estudiar con detalle los préstamo que concede a empresas afectadas por la pandemia y apoyar solo las que estén en crisis, pero que tengan una capacidad para “pagar regularmente sus deudas”.

Opinó que las intervenciones del Gobierno italiano para evitar quiebras de las empresas afectadas por la pandemia, como la concesión de suspensiones temporales de pago o de créditos avalados por el Estado, ha frenado problemas de insolvencia, pero se empieza ya a ver “un leve aumento de nuevos préstamos morosos” y por eso “los bancos italianos deben adoptar políticas prudentes”.

De forma paralela, Visco señaló que la economía italiana comienza a recuperarse y que el producto interior bruto (PIB) puede experimentar un incremento de un 4 % en el conjunto del año.

En Europa, Visco observó que el Banco Central Europeo (BCE) respondió rápidamente a las consecuencias económicas de la crisis sanitaria y celebró las compras netas de activos en el marco del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP).

“Desde marzo del año pasado se han proporcionado fondos adicionales a los bancos en condiciones muy ventajosas por casi 1.500 millones de euros y se han realizado compras netas de valores públicos y privados por aproximadamente la misma cantidad, en gran parte decididas para hacer frente a la pandemia”, apuntó.

Argumentó que “la experiencia adquirida tras la crisis financiera mundial de 2008-2009 demuestra que una reducción prematura del estímulo monetario aumenta los riesgos para la economía y la estabilidad de precios”, y que “la incertidumbre sobre el momento y la intensidad de la recuperación requiere que las condiciones de financiación sigan siendo acomodaticias durante mucho tiempo”.

“Los aumentos importantes y persistentes de las tasas de interés no están justificados por las perspectivas económicas actuales y deberán contrarrestarse, incluso con el pleno uso de los programas de compra de títulos ya definidos”, dijo.

Sobre el objetivo del BCE de mantener los precios por debajo pero cercanos al 2 %, opinó que “esta definición es difícil de interpretar y en ocasiones se malinterpreta” y propuso “un objetivo numérico del 2 %, con una evaluación simétrica de las desviaciones al alza y a la baja”.