Botada la segunda corbeta de la Armada saudí construida por Navantia en Cádiz

Cádiz, 14 nov (EFE).- La corbeta “Al-Diriyah”, la segunda de las cinco que Navantia construye para la marina de Arabia Saudí, ha sido botada hoy en el astillero de San Fernando (Cádiz) como parte del mayor contrato de la historia de la compañía con un cliente extranjero, que asciende a 1.800 millones de euros.

Bautizada con el nombre de la ciudad de la que procede la familia real saudí, que hoy se hermana con San Fernando, la “Al-Diriyah” ha tocado por primera vez el agua tras un evento retransmitido por internet, con conexiones entre Arabia y el astillero.

El acto, que ha contado con intervenciones telemáticas, ha sido presidido por el comandante de la marina saudí, el vicealmirante Fahad Bin Abdullah Al-Ghofaily; por la presidenta de Navantia, Belén Gualda; por el CEO de SAMI, Walid Abukhaled; y por el Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada española, Teodoro López Calderón.

También ha contado con la participación de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, quien ha puesto en valor el compromiso del Gobierno de España con este programa naval y el deseo de colaboraciones futuras entre ambos países.

La lectura de unas palabras del Corán, realizadas por el comandante de la marina saudí, y los himnos de Arabia Saudí y España han formado parte de la ceremonia de botadura de la segunda de las cinco corbetas que se construyen en San Fernando, dentro de un contrato que alcanza los 1.800 millones de euros.

El comandante de la marina saudí ha destacado la labor de Navantia y la Armada Española, “dando lo más alto para conseguir la formación a la primera tripulación en España, personal cualificado capaz de operar y mantener estas naves”.

La presidenta de Navantia ha tenido unas palabras de agradecimiento a todo el equipo que trabaja en este programa, tanto en España como en Arabia, y ha puesto de manifiesto el propósito de Navantia de colaborar con la marina saudí a través de otros futuros programas.

La corbeta “Al-Diriyah” tiene una eslora de 104 metros, una manga de 14 y será capaz de transportar a un total de 102 personas entre tripulación y pasaje, podrá alcanzar una velocidad máxima de 27 nudos (50 kilómetros por hora) y tendrá capacidad para llevar a bordo provisiones para 21 días.

Según ha apuntado Navantia en una nota, este contrato, en vigor desde noviembre de 2018, “fortalece el futuro inmediato de Navantia y beneficia a todos los astilleros de la compañía y a su industria auxiliar, en especial, a toda la bahía de Cádiz”.

Esto supondrá una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas que, traducido a empleo, alcanzarán la cifra de 6.000 anualmente durante los próximos cinco años.

De ellos, más de 1.100 serán empleados directos, 1.800 empleados de la industria auxiliar de Navantia y más de 3.000 empleados indirectos generados por otros suministradores, dentro de un programa que contará con la colaboración de más de cien empresas auxiliares.

El programa, cuyo último buque deberá ser entregado en el año 2024, incluye, además de la construcción, el apoyo al ciclo de vida durante cinco años desde la entrega del primer buque, con opción a otros cinco años adicionales, y el suministro de varios servicios de apoyo logístico, como el adiestramiento y la formación de sus tripulaciones.