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El Estado (británico) del bienestar goza de buena salud

Mientras buscas el trabajo, también puedes recibir ayudas para pagar el transporte público. Foto: Efe.

Maruxa Ruiz del Árbol

Londres —

En los últimos días los medios de comunicación británicos se han regodeado en una información publicada por The Guardian que desvelaba las intenciones del primer ministro, David Cameron, de lanzar una campaña para evitar que rumanos y búlgaros emigren en masa al Reino Unido cuando tengan pleno derecho a trabajar en la Unión Europea. Estos medios trataban de manera jocosa la ocurrencia del Gobierno de Cameron de disuadir a los emigrantes diciendo que en el Reino Unido hace mal tiempo, que son racistas, que tanto trabajo no hay...

Pero España está para pocas bromas sobre la paja en el ojo ajeno, sobre el trato a los suyos o a los forasteros. La larga tradición multicultural de Gran Bretaña abraza a los expatriados como ciudadanos propios con una rapidez sorprendente para alguien acostumbrado a los usos españoles donde nadie recibe nada del Estado a menos que haya cotizado antes. Quien haya pasado una temporada en el Reino Unido conocerá la palabra ‘benefits’ cuya traducción literal es beneficios, los que tiene cualquier persona que resida en este país de manera regular. Cualquiera.

Miles de españoles expulsados por la crisis llegan cada día a Londres, dejando atrás un país que no les ayuda. La comparación es sangrante: aquí tienen una ventanilla de Her Majesty Revenue and Costumes (Hacienda) dispuesta a pagarle hasta un máximo de 112 libras (unos 130 euros) a la semana en ayuda a su alquiler y hasta 142 libras al mes (165 euros) mientras buscan empleo. La cantidad que cada uno recibe es un cálculo que depende de las circunstancias de cada solicitante.

Atrás dejan un Estado, el suyo, que no ha sabido responder a sus expectativas y que está recortando el Estado de bienestar con el pretexto de la crisis, mientras los políticos y la realeza son acusados de malversar fondos públicos en cantidades que multiplican por 100 o quizá 300 la cantidad máxima que han tenido ellos en su cuenta de ahorros.

Existen más de treinta tipos de benefits: ayuda por hijo, por el cuidado de algún mayor, por incapacidad, para los gastos del nacimiento del bebé, hasta del funeral si los ingresos son bajos, cheques para comprar verdura, fruta y leche; ayuda escolar; por gestación, por estar divorciado, viudo, separado; por ser estudiante... Pero los más populares entre la colonia española son el Housing Benefit y el Job Seeker Allowance.

Este sistema de ayudas ha sido durante mucho tiempo motivo de polémica en el país. El diario conservador Daily Mail lleva años en campaña para que se modifique con el argumento de que fomenta que la gente viva sin trabajar. El Gobierno de Cameron ha introducido algunas reformas para evitar que los ciudadanos vivan de la generosidad del Estado y cada vez es más difícil conservar las ayudas. El principal cambio en los benefits se producirá a finales de 2013 cuando los principales subsidios se unificarán bajo uno sólo llamado Universal Credit, al que los españoles podrán seguir optando.

Españoles living on benefitsliving on benefits

Claudia tiene 33 y acaba de dejar de recibir 142 libras al mes porque ha encontrado trabajo en una agencia de publicidad después de tres meses en paro. “Durante estos meses, además de ese dinero me han pagado la Oyster (la tarjeta de transporte público). Después de conseguir trabajo me volvieron a cargar la Oyster con 100 libras porque consideran que al no haber cobrado necesitas ese dinero”. Pero no sólo eso. Cuando empezó a buscar trabajo, Claudia recibió un vale de compra para gastar en ropa de oficina y acudir vestida de forma adecuada a las entrevistas. Lo que se compró le sirve ahora como fondo de armario para el trabajo.

Ella lleva viviendo en este país cuatro años pero cualquier español mayor de edad recién llegado puede solicitar estos subsidios. Los requisitos son: estar en paro o trabajar de media menos de 16 horas a la semana, ser mayor de 18 años y menor de 65, no ser estudiante a tiempo completo y vivir en Inglaterra, Escocia o Gales.

Raquel prefiere no dar su nombre real. Tiene 22 años, lleva en Londres algo más de dos y es una experta en ‘benefits’. En estos años ella ha pedido el Housing Benefit y el Job Seeker Allowance. “El Housing Benefit está muy controlado, y su comprobación es mucho más invasiva que la del Job Seeker porque los servicios sociales se presentan de vez en cuando en tu casa para asegurarse de que las condiciones que les has contado son verdad”. Para controlar esta ayuda no sólo controlan las finanzas del receptor sino las de todas las personas que estén en el contrato, especialmente si uno vive en pareja.

“Cuando he recibido la ayuda por desempleo me han dado la opción de ir al dentista con precios muy reducidos, y una amiga mía hasta logró llevar gratis a su perro al veterinario. Mientras estás buscando trabajo también te dan la opción de estudiar hasta un máximo de dos cursos parecidos a los de FP en todo tipo de materias”, dice Raquel.

Esta calurosa acogida es uno de los motivos por los que el Reino Unido es el país preferido por la reciente oleada de expatriados que está provocando la crisis en España, según los recientes datos del Censo Español de Residentes Ausentes (CERA).

Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas Británica entre enero de 2011 y diciembre del mismo año, 71.000 personas con nacionalidad española se registraron en el país. Mientras que el número de inscritos en el Consulado, a 10 de diciembre de 2012, era de 73.896 en el Reino Unido, en 2009, la cifra era de 57.350; en 2010, de 60.815; y en 2011 de 68.668. Cada vez más españoles buscan en el Reino Unido la patria que no encuentran en su país.

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