El Comité de Almaraz exige un acuerdo a las propietarias para evitar “un caos”

El comité de empresa de la central nuclear de Almaraz (CNA) han advertido este miércoles de que, si las firmas propietarias de esta planta no alcanzan un acuerdo para renovar la licencia de explotación, la comarca cacereña de Campo Arañuelo se verá abocada a “una quiebra económica y social” de gran magnitud.

De no renovarse, la licencia de explotación de Almaraz concluirá en junio del año que viene, lo que supondría “un caos”, mucho mayor al que registro la economía y el empleo de los entornos próximos a las centrales de Zorita (Cáceres) y Santa María de Garoña (Burgos).

El miedo a que la central de Almaraz se vea abocada al cierre por la falta de acuerdo entre las empresas propietarias (Iberdrola, Naturgy y Endesa), como ya ocurrió con la de Garoña, ha sido trasladada este miércoles por el comité de empresa al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, durante una reunión celebrada en Mérida.

“Nos preocupa mucho que no haya una petición para la prórroga de la licencia”, ha remarcado el presidente del comité de empresa, César Vizcaíno en un breve encuentro con la prensa celebrado al finalizar la reunión con el jefe del Ejecutivo extremeño.

Al margen de las repercusiones económicas y de empleo, Vizcaíno ha asegurado no entender el empeño existente en cerrar Almaraz cuanto antes, “una planta rentable, de las más seguras del mundo” y que aporta el seis por ciento del total de la energía consumida en el país.

Las dos unidades de la Central Nuclear de Almaraz (CNA) generan una producción neta conjunta de más de 16.000 millones de kWh, lo que supone entre el 25 y el 30 % de la energía generada por el conjunto de las centrales nucleares de España.

“La estabilidad de generación eléctrica de las nucleares no es comparable con las renovables”, ha agregado Vizcaíno, quien ha subrayado que los trabajadores exigen que la renovación de licencia de Almaraz sea por diez años, un plazo superior al que inicialmente han planteado las firmas eléctricas (7,4 años para el reactor I y 8,2 años para el II, con lo que la planta operaría hasta 2028).

Preguntado por la falta de acuerdo en la última asamblea de propietarios de la central de Almaraz, celebrada este pasado martes, Vizcaíno ha dicho que, al parecer, las tres empresas volverán a reunirse la próxima semana.

Sobre la propuesta de Endesa a las otras dos para que le cedieran los derechos participativos para así continuar operando la central extremeña, el presidente del comité ha dicho que Iberdrola y Naturgy no quieren que Endesa tenga el monopolio nuclear español.

“Sabemos que son decisiones empresariales, pero le hemos pedido a Fernández Vara que” inste a las empresas “para llegar a buen puerto”, ha añadido Vizcaíno, quien ha anunciado que el próximo 29 de marzo se desplazarán a Madrid para concentrarse ante las oficinas centrales de Iberdrola, por ser la que tiene la mayor participación accionarial y “la que está en contra de la continuidad de Almaraz”.

A través de una nota de prensa, el Gobierno extremeño ha informado de que Fernández Vara ha reiterado su respaldo al funcionamiento y la actividad de Almaraz “en tanto no se defina una alternativa económica para la comarca de Campo Arañuelo”.

En ese sentido, desde el Ejecutivo autonómico se ha remarcado su “firme compromiso” de que “no permitirá, en ningún caso, afrontar un proceso de clausura de la actividad sin que las alternativas económicas, industriales y energéticas estén definidas, desarrolladas y ejecutadas”.