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Las eléctricas se quedan fuera de la gira de encuentros de Podemos con los poderes económicos

El presidente de Unesa, Eduardo Montes. EFE

Antonio M. Vélez

Los responsables económicos de Podemos están inmersos en una minigira con diversos grupos de interés del mundo empresarial de la que, de momento, se han quedado fuera las grandes compañías eléctricas. No hay previstos encuentros entre las partes, según confirman fuentes de la formación y de la patronal del sector, la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa), a pesar de que el máximo responsable de esa organización, Eduardo Montes, lanzó en noviembre pasado una oferta pública al partido que lidera Pablo Iglesias. Montes dijo que le “encantaría” mantener “algún tipo de debate o contacto” con ellos.

“No solo es que esté dispuesto, es que me encantaría debatir con todos los partidos políticos porque la electricidad es tan importante que debe formar parte de los programas de los partidos”. “Tanto a Podemos como al resto de partidos les ofrezco abiertamente tener un debate con nosotros para que la población general pueda tener las dos versiones”, añadió el presidente de Unesa, preguntado por si estaría dispuesto a reunirse con los dirigentes de Podemos.

El máximo responsable de Unesa, el lobby que agrupa a las cinco grandes eléctricas (Iberdrola, Endesa, Gas Natural-Fenosa, Cantábrico y E.ON), lanzó su oferta unos días después de que Pablo Iglesias apostase en una entrevista con el periodista Jordi Évole en Ecuador por poner un “precio político” a la luz. Iglesias dejó caer que, en caso contrario, nacionalizar una eléctrica sería “facilísimo” y llegó a plantear que “a lo mejor” podría recurrirse a no pagar compensación alguna a los accionistas, vía confiscación.

La primera reacción de Montes a esas palabras fue la previsible: dijo que le “aterra” la propuesta de nuevo sistema eléctrico de Podemos porque, en su opinión, no tiene sentido que una persona pague por la luz en función de su declaración de la renta. Y una semana después, lanzó su oferta.

Más de cinco meses después, el encuentro no se ha producido. Aunque fuentes oficiales de Podemos dicen que “no ha habido ninguna petición institucional de reunión” ni tampoco “intentos infructuosos”, fuentes de Unesa sí reconocen que, en enero, existieron “un par de contactos” informales para celebrar algún tipo de reunión, pero aquello “no se concretó”.

Desde la patronal eléctrica subrayan que, cuando Montes lanzó su oferta, la posición de Podemos era “más antisistema” que ahora. Y aseguran que la asociación no tiene “ningún problema” en reunirse con cualquier tipo de partido político o asociación. Eso sí, “creemos en el libre mercado, la iniciativa privada y la competencia entre las empresas; y no queremos nacionalizaciones”, recalcan.

En noviembre, eldiario.es informó del interés de multinacionales europeas y estadounidenses por mantener contactos con la formación. Desde entonces, los responsables del área económica de Podemos han mantenido ya varias reuniones con representantes del mundo de la empresa y las finanzas. El pasado martes lo hicieron con los principales fondos de pensiones y de inversión que controlan la deuda española. Y en febrero pasado, con un grupo de directivos de grandes empresas y asociaciones (la mayoría, responsables de comunicación y marketing, aunque hubo algún consejero delegado) como Cemex, Círculo de Empresarios, FCC, Google y HSBC, entre otros. Algunas fuentes describen ese encuentro de febrero, organizado por la agencia Kreab (especializada en comunicación financiera) como “tenso” por momentos.

Más cerca de las renovables

Oficialmente, las propuestas de Podemos para el sistema eléctrico son todavía una incógnita. A finales de noviembre, los profesores Vicenç Navarro y Juan Torres elaboraron un documento económico para la formación en el que, muy vagamente, se apostaba por la “eliminación de sobrecargas procedentes de precios de monopolio en sectores como la electricidad”, entre otros servicios básicos.

Pese a la poca concreción mostrada hasta ahora, Podemos, que ha planteado prohibir las puertas giratorias, una práctica consustancial a las eléctricas, parece más cerca de los postulados de los defensores de las energías renovables que de los de las grandes compañías del sector. Esta misma semana, el secretario político y número dos del partido, Íñigo Errejón, participaba en unas jornadas Por un Nuevo Modelo Energético con tres figuras destacadas del sector prorrenovable, el presidente de la patronal fotovoltaica, José Donoso, el expresidente de Red Eléctrica y exconsejero de la extinta Comisión Nacional de la Energía (CNE), Jorge Fabra, y el empresario Jorge Morales de Labra, patrono de la Fundación Renovables y azote de las compañías de Unesa.

Durante la jornada, Errejón calificó el actual modelo energético de “oligopólico, injusto, caro e improductivo” y abogó por “modificarlo” hacia otro “más sostenible, más democrático”. Tras criticar el “oligopolio eléctrico”, Errejón hizo alusión al fenómeno de la pobreza energética, que alcanza en España al 12% de la población, más de cuatro millones de españoles que “no pueden calentarse la casa o que no pueden pagar la luz”. Un fenómeno cuya importancia ha relativizado Eduardo Montes.

La semana pasada, Daniel Albarracín, miembro del partido y perteneciente al comité técnico encargado de auditar la deuda griega, se refirió en una entrevista con eldiario.es al espinoso tema del déficit de tarifa, la deuda eléctrica acumulada con las eléctricas cuyo importe pendiente de cobro ha cifrado esta semana el Ministerio de Industria en 21.145 millones de euros al cierre del pasado ejercicio.

Auditar el déficit tarifario en España, dijo Albarracín, “sería un capítulo a contemplar, dada la situación de emergencia energética, la necesidad de desarrollar una transición energética por razones medioambientales y de sostenibilidad ecológica, y para tratar de cuestionar los oligopolios energéticos y darle la vuelta a lo que nos han dicho que es el déficit tarifario, que esconde una subvención implícita a las compañías energéticas y no es una pérdida que estén sufriendo las empresas”.

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