Las empresas españolas reivindican su labor frente a señalamientos en México

La Cámara Española de Comercio (Camescom) recordó en un comunicado este miércoles que España “es el segundo inversor en México” y que sus empresas “pagan impuestos y crean empleos locales”, después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, acusara a alguna de ellas de clientelismo.

“El capital español en México acumula un total de 70.000 millones de dólares en inversión extranjera directa desde 1999 (datos de la Secretaría de Economía). Esto convierte a España en el segundo inversor en México”, reivindica la nota.

López Obrador dijo este viernes que las compañías españolas Repsol y OHL “hicieron negocios jugosos” con la Administración mexicana en sexenios anteriores.

“No hay empresas favoritas. En un sexenio eran empresas españolas las favoritas. Había una, Repsol. Lo digo aquí porque hicieron negocios jugosos, por no hablar de otra cosa, al amparo del poder público, por influyentismo. En el sexenio anterior otra, OHL, también de España”, acusó el presidente.

La Camescom, frente a afirmaciones como estas, puso de manifiesto que la inversión española creció en México un 20 % en los tres primeros trimestres de 2019 frente a los de 2018.

“Las compañías establecidas en México apuestan por el desarrollo económico y social como lo demuestra la reinversión de utilidades (2.111 millones de dólares)”, destaca el boletín.

Además, las empresas españolas subrayaron “el aumento de inversiones en estados del sureste mexicano como Tabasco (47 %), Oaxaca (60 %), Guerrero (62 %) o Chiapas (48 %)”, donde el desarrollo económico y social está más rezagado.

“La Camescom, que representa al sector empresarial con el 85 % de la inversión española en México, entiende que la igualdad de condiciones en cualquier adjudicación redunda en que los mexicanos y mexicanas puedan beneficiarse de los mejores precios, tecnologías y prácticas en sus infraestructuras y/o servicios”, zanja la nota.

Hace una semana, las empresas españolas ya tuvieron un encontronazo con el Gobierno de México al exigir, en el primer acto de conmemoración de su 130 aniversario, “certidumbre” en el sector de la energía renovable.