El exdirector de Fórum defiende que se dejara de provisionar al no haber riesgo

El ex director general de Fórum Filatélico Eduardo Pacheco ha defendido hoy en la Audiencia Nacional que la sociedad dejara de hacer provisiones frente a eventuales quebrantos al no existir riesgos para los clientes ya que los sellos podían venderse a un precio “por encima del que se compró”.

En calidad de testigo, Pacheco ha explicado que Fórum comenzó a provisionar en 1989, antes de su llegada a la gestión, con el fin de reducir el coste impositivo del impuesto de sociedades y ha asegurado que fue él quien recomendó poner fin a estas dotaciones tras las reticencias mostradas por la Agencia Tributaria.

Según ha relatado a la sección primera de la Sala de lo Penal, la filatélica fue objeto de una inspección fiscal entre 1992 y 1995, en los que técnicos de Hacienda cuestionaron, aunque “sin mucha insistencia”, la provisión, lo que le llevó a sugerir dejarla de lado “porque podía ser que, a futuro, no pasáramos el control”.

En su opinión, el riesgo “no era cierto porque sólo se produciría un quebranto en el caso en el que la filatelia tuviera que volver a ponerse en el mercado a un precio inferior”; sin embargo, ha señalado, “no hacía falta” pues “se ha demostrado” que ésta podía adjudicarse a un valor superior.

Además, ha añadido, la opción de recompra no era ejercida por la totalidad de los clientes, si bien “eran la mayoría”, en torno al “84 u 85 %”.

Preguntado acerca de la naturaleza empresarial de Fórum, Pacheco ha indicado que “históricamente el propósito principal era no generar confusión” y ha definido de mercantil el negocio de la sociedad.

“No es que yo me planteara si la actividad era financiera es que mucha gente hablaba del tema”, ha dicho el ex director general, que ha aclarado que “aún asumiendo que era una actividad muy pionera, el único interés que había es que las dudas quedaran disipadas de la mejor forma posible”.

Durante la sesión han intervenido un cliente de Fórum, que ha indicado al tribunal que no conocía los riesgos de la operación, así como el exadministrador de Grupo Único, que “no tenía absolutamente ni idea” del negocio inmobiliario de esta sociedad, filial de la filatélica.

También Susana Font como exsecretaria personal de Carlos Llorca, señalado por la Fiscalía Anticorrupción por ser quien “controlaba los complejos circuitos financieros a través de los cuales se desvió al extranjero una gran parte de los fondos captados a los clientes” y que actualmente se encuentra en busca y captura.

Font ha declarado que en el despacho de Llorca en Londres “se constituían sociedades como churros”, algo “muy normal en Inglaterra”, y ha apuntado a éste por ser la persona que “daba las instrucciones para mover los fondos”.