El FMI avisa de que Portugal no cumplirá el déficit sin más control del gasto

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió hoy de que existe un riesgo “tangible” de que Portugal no cumpla la meta de déficit fiscal de 2015, situada en el 2,7 % del PIB, si no implementa medidas adicionales de control del gasto.

Ésta es una de las conclusiones extraídas por el FMI tras la visita realizada a Portugal entre el 4 y el 12 de junio junto a los técnicos de la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, la segunda después de que el país cerrara con éxito su programa de rescate, en mayo de 2014.

En caso de que el Gobierno luso no tome medidas adicionales, el organismo estima que Portugal cerrará el presente ejercicio con un déficit del 3,2 %.

Esa cifra es superior a la meta establecida por el Gobierno luso (el 2,7 %) y al límite del 3 % recogido en el Pacto de Estabilidad, que pone techo al déficit de los países de la Unión Europea (UE).

Para poder cumplir el objetivo de déficit, el FMI alerta de que es necesario contener el gasto derivado de los salarios públicos y de las pensiones para reducir los elevados niveles de deuda pública.

El informe del organismo liderado por Christine Lagarde concluye que se espera un fortalecimiento de la recuperación de la economía portuguesa este año, “impulsado por un escenario exterior favorable y una recuperación continuada de la confianza”.

El FMI estima que el PIB portugués avance un 1,6 % en 2015, apoyado por el repunte de las inversiones, las exportaciones y la demanda interna, aunque a medio plazo espera una moderación del crecimiento de la economía.

Sin embargo, considera que “el reciente impulso de las exportaciones y la inversión es alentador y pude sugerir que ha comenzado una transformación estructural de la economía”, que podría promover un mayor crecimiento a medio plazo.

Este mayor avance de la economía dependerá, no obstante, de si se pone solución a los elevados niveles de deuda, que siguen poniendo trabas al crecimiento.

El organismo internacional considera que el Gobierno portugués debe seguir implementando reformas estructurales sostenibles, principalmente en el mercado de trabajo, donde son necesarias iniciativas dirigidas especialmente a los empleados menos cualificados.