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¿De qué habla Rehn cuando dice que España está en el buen camino?

El comisario económico de la UE, Olli Rehn / EFE

Belén Carreño

Madrid —

En medio de una jornada de movilizaciones paneuropea, la más exitosa hasta el momento de las convocadas, el comisario de Economía de Bruselas, Olli Rehn, decidió convocar una rueda de prensa sorpresa para anunciar que España va por el buen camino en cuanto a las reformas y recortes aplicados. Rehn lanzó un mensaje claro a corto y tenebroso a largo. España ha hecho los deberes en 2012 y 2013, pese a que en Bruselas no se creen las optimistas previsiones macroeconómicas, pero dejan pendiente las medidas a tomar para continuar reduciendo el déficit en 2014.

Las interpretaciones de una intervención tan oportuna son múltiples. Pero hay una que predomina entre los que siguen de cerca las negociaciones. Con su mensaje, Rehn abre la puerta a que España pueda pedir ya el rescate sin que sea necesario añadir más condicionalidad macroeconómica. Es decir, al contrario que el resto de los países rescatados, España habría finalizado los deberes impuestos por la troika antes de pedir la línea de crédito al fondo de rescate. Y, es que, uno de los requisitos para pedir la ayuda al Mecanismo de Estabilidad Europea, conocido por sus siglas MEDE, es cumplir con el procedimiento de déficit excesivo, tal y como recoge en el segundo artículo de las directrices para solicitar un préstamo preventivo. Con la palmadita en la espalda de ayer de Rehn, España ya habría cumplido este punto y podría, en cualquier momento, iniciar el trámite de la ayuda.

A priori, la posibilidad de que España solicite un rescate ahora parece un despropósito, después de que el Gobierno de Mariano Rajoy haya asegurado por activa y por pasiva que ya no se baraja la posibilidad para este ejercicio. La negativa de Rajoy a solicitar el rescate esta respaldada por la amplia captación de fondos que el Tesoro ha hecho en octubre y noviembre y que le han llevado a cubrir prácticamente todas las necesidades de financiación del erario público para 2012. Sin embargo, fuentes del mercado apuntan a que el cierre de libros del ejercicio podría llevar a los inversores a huir de forma brusca de la deuda española, produciendo una auténtica explosión en la prima de riesgo.

Ante esta eventualidad, el Gobierno de Mariano Rajoy tiene ahora mismo el visto bueno de Bruselas para pedir la asistencia financiera de forma inmediata. La fórmula sería la del préstamo preventivo, esto es, la de disponer de una línea de crédito que no usaría pero que, según sus cálculos, podría suponer una bajada de la prima de riesgo de hasta 150 puntos, por el efecto “bálsamo” sobre los mercados. Aparejada a esta línea se daría la intervención del Banco Central Europeo que compraría deuda pública española en el mercado secundario.

El rumor de que España puede activar esta operación en los próximos días es muy fuerte en Bruselas. Aunque este tipo de operaciones suelen realizarse en fin de semana, el marco lógico de la petición formal de rescate es el Eurogrupo que tendrá lugar este martes 20 de noviembre. La culminación del proceso de constitución del Banco Malo y el desembolso desde Bruselas de los fondos para el rescate a la banca española, serían los otros dos flecos pendientes para que el MEDE pudiera entrar en acción sin las suspicacias del resto de los socios europeos.

Con rescate o sin él, no deja de llamar la atención el doble fondo del respaldo de Bruselas a Rajoy. No se creen sus previsiones económicas, dudan de que vaya a cumplir el objetivo de déficit marcado para este año pero reconocen que ya no puede hacer nada más. Rajoy recibe una suerte de premio de consolación a sus esfuerzos, la posibilidad de mandar un mensaje a la ciudadanía de que durante los próximos meses no habrá recortes adicionales, incluso si se solicita el rescate. Bruselas le ofrece así una válvula de escape al Gobierno, una espita para aligerar en lo posible la olla a presión que comienza a ser la indignación popular por los recortes en España. El respiro es, en cualquier caso, momentáneo. Habrá revisión en febrero y serán necesarias más medidas de cara a 2014.

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