El hidrógeno, la última ambición de la UE en busca de las reglas del juego

Lisboa, 7 abr (EFE).- Sin dudas sobre la importancia del hidrógeno para conseguir la neutralidad carbónica para 2050, la Unión Europea (UE) afronta ahora el espinoso debate de cómo ponerlo en marcha a través de un cuadro legal que, apuntan especialistas, debe ser innovador para animar la inversión hacia una nueva era.

La cuestión ha sido abordada hoy en una conferencia de alto nivel organizada por la presidencia portuguesa de la UE que ha dejado claro que los Estados miembros están “totalmente de acuerdo” en la inevitabilidad del hidrógeno, como también lo están en que queda mucho trabajo por delante para cumplir las ambiciones impuestas.

Por ejemplo, que su peso aumente del actual 2 % que representa en el total del consumo energético de Europa hasta suponer el “13 o 14 % para 2050”, ha expuesto el ministro de Ambiente de Portugal, João Matos Fernandes.

“El hidrógeno será un factor de cambio”, ha prometido el portugués, que consideró “esencial aumentar la competitividad del hidrógeno, especialmente del hidrógeno verde”.

El hidrógeno(H2) es un elemento químico muy abundante que genera casi la totalidad de la energía producida por las estrellas y que en la superficie terrestre generalmente se encuentra integrado en otros compuestos como el agua o los hidrocarburos.

La Comisión Europea (CE) adoptó el pasado julio una estrategia para generar un hidrógeno 100 % renovable que se implemente a gran escala en la economía de la Unión Europea en 2050, y ahora los países buscan acuerdos para llevar esa intención a la práctica.

Y generar un encuadramiento legal específico para ello es la primera tarea. La cuestión ha centrado la conferencia inaugural, en la que Bas van't Wout, ministro de Economía y Política Climática de Países Bajos, ha abogado por “un abordaje práctico y flexible”.

NORMAS CLARAS

“El encuadramiento legal existente para el mercado de gas es punto de partida, pero necesitamos otro más flexible para el hidrógeno”, sostuvo.

Será un marco que irá en paralelo a otras normativas nacionales, como la desarrollada por Alemania, que ya tiene una ley “para regular y financiar el plan de infraestructuras” necesarias para el desarrollo del hidrógeno, ha dicho Elisabeth Winkelmeier-Becker, secretaria de Estado de Energía de ese país.

También España tiene lista una estrategia de hidrógeno hasta 2030, ha recordado en la conferencia la secretaria de Estado de energía española, Sara Aagesen Muñoz.

“La competencia internacional gana velocidad, esto es importante para nosotros y nuestro compromiso con la neutralidad carbónica; hay que acelerar inversiones y decisiones políticas”, evitando además “construir infraestructuras innecesarias”.

“Debemos evitar la tentación de sustituir completamente las reglas que existen para el gas natural”, agregó.

ACCESIBLE PARA TODOS

Otro de los requisitos subrayados durante la jornada ha sido garantizar que esta nueva forma de energía tenga precios accesibles para los ciudadanos europeos, lo que conllevaría que el hidrógeno no fuera solo una oportunidad de descarbonizar la UE, sino de combatir la pobreza energética.

Así lo expuso Hélène Chraye, responsable de la Unidad de transición a la energía limpia de la Comisión Europea.

Chraye intervino en un panel dedicado exclusivamente a imaginar esa futura economía del hidrógeno, que llegará después de conseguir la inversión suficiente, otro elemento clave que ha centrado otra de las charlas para saber cómo de atractiva tiene que ser una idea para apostar por ella.

“Nosotros tenemos en cuenta, entre otros factores, cuánto podrán reducirse las emisiones con el hidrógeno verde, cuál es el nivel de innovación del proyecto, y si son los primeros. Queremos financiar proyectos que marquen la diferencia”, ha dejado claro Christian Holzleitner, al frente de una unidad de Innovación de la CE.

El apoyo público será fundamental, han coincidido los especialistas que han intervenido en esta jornada, como Roland Schulze, del Banco Europeo de Inversiones, quien ha dicho que “el éxito depende del apoyo público bajo la forma de subsidios”.