Una huelga indefinida en HP para evitar rebajas salariales y cambios de jornada
Algo más de 2.000 trabajadores de la empresa Hewlett Packard (HP) secundan desde el lunes la primera huelga indefinida del grupo. El plante de los trabajadores se debe a una modificación sustancial de sus condiciones de trabajo que quiere llevar a cabo la empresa, esto es, aumento de sus jornadas laborales hasta el máximo permitido, rebajas salariales del 10% para parte de la plantilla, guardias obligadas y eliminación de la jornada intensiva, entre otras medidas. “Es la gota que colma el vaso, llevamos tres años con despidos, siempre al límite para evitar expedientes de regulación de empleo. Mientras, el propio presidente de la división de servicios dice que el volumen de negocio registra crecimientos de dos dígitos. Nos están tomando el pelo”, asegura Óscar Murciano, delegado del sindicato CGT en la empresa.
La empresa cuenta con cuatro grandes plantas en toda España donde se reparten los 2.100 trabajadores: San Cugat del Vallés, Zaragoza, Madrid y Oviedo. Los sindicatos –CGT, CCOO, UGT y CSI–, que aunque con diferencias tratan de mantener la unidad de acción, aseguran que la jornada de huelga del lunes ha tenido un seguimiento cercano al 90%. “En San Cugat solo entraban gerentes”, asegura Murciano.
Los sindicatos se sienten fuertes: advierten de que un paro indefinido en una empresa como HP tendrá consecuencias importantes que la dirección no podrá ignorar. “Hay sistemas que tienen que monitorizarse cada día. El resultado de no atender el sistema informático durante varios días puede pasar factura rápidamente a muchos servicios”, asegura Murciano. Entre los clientes del grupo hay importantes entidades financieras, empresas de transportes o la propia Generalitat catalana.
Es poco usual que los trabajadores opten desde el comienzo por convocar un paro indefinido, y menos en un sector como el informático, hasta ahora más atomizado. “Entendemos que no hay motivos para hacer lo que pretenden y la respuesta tiene que ser contundente”, subraya el delegado de CGT. Si empresa y sindicatos no llegan a un acuerdo antes del jueves, HP podrá imponer su decisión, tal y como contempla la reforma laboral. Este lunes las partes mantuvieron una primera reunión, pero los representantes de los trabajadores rechazaron la oferta de la empresa, que consideran sumamente insuficiente.
“Estamos unidos, esto es un ataque directo a los trabajadores. Hay un enfado muy grande en la plantilla. En los últimos meses no han dejado de echar a gente, la carga de trabajo es la misma, las condiciones peores. Aunque la empresa ha intentado crear divisiones entre la gente, hemos comprendido que lo que pretenden hacer nos afecta a todos, si no de una forma será de otra, y a quien no le afecte hoy le afectará en el futuro”, dice una trabajadora de la planta de San Cugat que prefiere no dar su nombre y que lleva trabajando siete años en el grupo. En su departamento trabajan quince personas y han echado a tres en el último año.
Sindicatos y trabajadores se quejan, además, de que la empresa toma estas medidas a pesar de tener beneficios. HP anunció en mayo unos resultados globales peores que los de años anteriores, pero con ganancias: en el primer semestre fiscal del año (de noviembre a abril), la empresa obtuvo un beneficio de 2.309 millones de dólares, un 24,5% menos que en el mismo periodo del año anterior.
“Los resultados no pueden ser los mismos, ¿quién puede esperar unas cifras como las de antes de la crisis? Pero nosotros sabemos los proyectos que se ganan y se pierden, y la situación es buena”, afirma esta trabajadora.
