Italia creció en 2019 solo un 0,3 %, su peor dato desde 2014

Italia creció en 2019 solo un 0,3 %, su peor dato desde 2014 -cuando su economía quedó estancada-, aunque es mejor que el previsto por el Gobierno, que calculaba que iba a ser del 0,1 %, informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística italiano (Istat).

El dato sigue siendo muy débil y de hecho el instituto advirtió de que el país ha sufrido una “desaceleración marcada” en comparación con su crecimiento en 2018, que fue del 0,8 %.

Se ha publicado además en un momento extremadamente delicado para Italia, que trata de controlar el brote del coronavirus que ha afectado fundamentalmente a las regiones del Norte, las más ricas y productivas, y tendrá seguramente consecuencias en el crecimiento de 2020.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ya ha avisado de que el varapalo “puede ser muy importante” y ya hay varios analistas y economistas que aventuran que Italia corre el riesgo de entrar en recesión en el primer trimestre de 2020, después de registrar una contracción del 0,3 % en el último trimestre de 2019, según el dato adelantado del Istat.

Y es que Lombardía, Véneto y Emilia Romaña, las regiones más castigadas por este virus, que ya ha causado 1.700 contagios totales, representan el 40 % del PIB italiano y el bloqueo de la actividad en estas áreas como medida de prevención puede ser nefasto a nivel nacional.

El gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, cree que puede golpear en más de un 0,2 % el PIB del conjunto del 2020 y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha dicho este lunes que Italia se estancará en 2020, mientras que en noviembre había opinado que crecería un 0,4 %.

Roma ya se prepara para pedir a Bruselas que le conceda cierta flexibilidad para aumentar su déficit para 2020, previsto en el 2,2 % del PIB.

El comisario de Economía y ex primer ministro italiano Paolo Gentiloni dijo este lunes en Bruselas que existe una cláusula de circunstancias excepcionales, que será analizada “con un espíritu de solidaridad y comprensión de la situación” para determinar si puede ser aplicada a Italia.

El Istat también publicó este lunes los datos de déficit y deuda pública de 2019: el déficit alcanzó el 1,6 % del PIB, notablemente inferior al 2,2 % del de 2018 y el mejor dato desde 2007, cuando fue del 1,3 %; mientras que la deuda se mantuvo en el 134,8 % del PIB, el mismo dato de 2016 y 2018, cuando se marcaron máximos históricos, unas cifras muy por encima del límite del 60 % del PIB que fija el Pacto de Estabilidad.

El Ejecutivo había pronosticado que el déficit iba a ser del 2,2 % y la deuda pública del 135,7 % del PIB en 2019, con lo que las cifras son ligeramente mejores.

Sin embargo, esto no ha servido para aportar tranquilidad a los inversores y la Bolsa de Milán ha continuado este lunes con las caídas, que han superado el 3 % en varios momentos de la jornada.

A las 14.00 horas locales (- 1 GMT) los valores más penalizados eran los bancos, el grupo Bpm caía un 8,60 %, Banca Popolare dell'Emilia Romagna (7,03 %), Ubi Banca (6,75 %), UniCredit (6,27 %) y Finecobank (5,73 %).

La prima de riesgo italiana, que mide el diferencial entre el bono italiano a diez años y el alemán del mismo plazo, ha rozado los 185 puntos básicos a las 12.15 horas locales (11.15 GMT), nuevo máximo desde agosto de 2019 y muy superior a los 171 puntos en los que cerró el viernes.

Después de que las bolsas mundiales vivieran la semana pasada sus peores siete días desde la crisis financiera de 2008, Milán ha continuado bajando por las dudas sobre el alcance del COVID-19.

En Italia ya se han pospuesto eventos que iban a tener lugar en abril, como el Salón del Mueble de Milán -la feria de diseño de muebles y decoración más importante del mundo- o el Salón del Ahorro de Milán -de referencia para el sector financiero del país-, que se celebrarán en junio.