La actividad económica brasileña creció en julio por tercer mes consecutivo

Río de Janeiro, 14 sep (EFE).- La actividad económica de Brasil creció un 2,15 % en julio en comparación con junio y encadenó su tercer mes seguido de crecimiento tras la fuerte retracción que sufrió en marzo y abril por la paralización de actividades impuesta para intentar frenar el avance de la pandemia del coronavirus.

El Índice de Actividad Económica (IBC-Br), que el Banco Central mide mensualmente para intentar anticipar la tendencia del Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil, ya había crecido un 4,89 % en junio y un 1,31 % en mayo tras haberse desplomado un 9,37 % en abril, su mayor retracción desde que el indicador comenzó a ser medido hace 17 años, según los datos divulgados este lunes por el Emisor.

La rápida reapertura en Brasil de las medidas de distanciamiento social impuesta para combatir la COVID-19 permitieron que la mayor economía de Sudamérica recuperara gran parte de lo que perdió por la pandemia pero la previsión es que la economía termine el año con una retracción histórica.

Según el Banco Central, el IBC-Br, que los economistas conocen como la “previa del PIB”, registró una retracción del 4,48 % en julio en comparación con el mismo mes del año pasado. En mayo el índice había registrado una caída del 6,32 % frente al mismo mes de 2019.

La actividad económica acumula una retracción del 5,77 % en los siete primeros meses del año frente al mismo período de 2019 y esa caída se ubica en el 2,90 % en los últimos doce meses hasta julio frente al período entre agosto de 2018 y julio de 2019.

Pese a la recuperación, el crecimiento del 2,15 % de la actividad económica en julio se ubicó por debajo de la expectativa de los economistas, que esperaban una expansión promedio del 3,40 %.

Los indicadores económicos de Brasil divulgados en las últimas semana, incluyendo la producción industrial, las ventas del comercio y el desempeño del sector servicios, han mostrado que la retomada de la economía será más rápida de lo esperado.

RETRACCIÓN DEL 2020 SERÁ MENOR QUE LO PREVISTO

El ministro brasileño de Economía, Paulo Guedes, dijo la semana pasada que la retracción económica prevista para este año en Brasil será muy inferior a la inicialmente temida gracias a la rápida reactivación de las actividades.

Según Guedes, las proyecciones para la retracción del PIB de Brasil en 2020 cayeron desde el 9 % que antes preveían organismos como el FMI hasta estimativas de contracción que ahora varían entre un 4 % y un 5 %. “Pero va a ser algo menor que eso. Estamos consiguiendo revertir la situación”, afirmó el ministro.

Pese a ser el segundo país con más muertes por COVID-19 en el mundo, con unas 131.000 víctimas, y el tercero con más contagios, con 4,3 millones de casos, Brasil inició en mayo un rápido proceso de desescalada y reactivación gradual de las actividades económicas.

En informes publicados la semana pasada, las agencias de calificación de riesgo Fitch y Moody's dijeron igualmente que el rápido proceso de desescalada en Brasil ya se refleja en indicadores económicos más positivos y permite proyectar una retracción para 2020 menor a la inicialmente prevista.

Fitch redujo su proyección para la retracción de la economía brasileña este año desde el 7,0 % hasta un 5,8 %.

Los analistas del mercado consultados por el Banco Central igualmente continuaron reduciendo sus antes pesimistas proyecciones para la retracción de la economía brasileña que ya calculan en el 5,11 %, según un sondeo divulgado igualmente este lunes.

Hasta hace una semana el centenar de analistas sondeado por el Emisor esperaba una caída del PIB del 5,31 % este año y hasta hace un mes del 5,52 %.

La reapertura no impidió que el país registrara una retracción histórica del 9,7 % del PIB en el segundo trimestre del año frente al primero, aunque fue una caída menor a la inicialmente prevista y que se situó por debajo de la que sufrieron la mayoría de las economías emergentes y otros países latinoamericanos.

Como ya se había contraído un 2,5 % en el primer trimestre, la economía brasileña entró nuevamente en recesión, tras tres años seguidos de recuperación de la grave crisis que sufrió en 2015 y 2016.