La banca mantiene en agosto sus peticiones de fondos al BCE por la crisis

Madrid, 14 sep (EFE).- La banca española mantuvo en agosto sus peticiones de fondos al Banco Central Europeo (BCE) en 256.598 millones de euros, prácticamente igual que en julio por la necesidad de disponer de liquidez para hacer frente a la crisis y después de que la entidad europea relajara temporalmente sus criterios.

El BCE anunció desde marzo que ofrecería más liquidez a largo plazo a las entidades de forma temporal, los llamados TLTRO, y mejoraría las condiciones de los ya concedidos, para dar un apoyo “inmediato al sistema financiero de la zona del euro”.

Esa medida ha provocado que desde marzo las peticiones de la banca española al BCE hayan crecido, aunque en agosto, según los datos provisionales que ha publicado este lunes el Banco de España, se produce una ligera caída del 0,01 %.

Estos datos incluyen los citados créditos TLTRO (por sus siglas en inglés), que son préstamos a largo plazo en condiciones ventajosas que se conceden a la banca para que inyecte capital en la economía en forma de créditos a empresas y familias.

En la comparación interanual, sin embargo, se produce una subida del 72,8 %, que en números absolutos se traduce en un aumento de más de 108.000 millones de euros, ya que en agosto de 2019 las solicitudes fueron de 148.513 millones de euros.

En cuanto a las peticiones de fondos a corto plazo, en agosto quedaron en 3 millones, frente a los 5 millones de julio, pero sigue siendo muy inferior en relación con un año antes, ya que entonces se solicitaron 152 millones.

En cuanto al programa de compra de deuda pública y bonos, que el BCE reactivó por sorpresa el pasado 18 de marzo, el saldo vivo al cierre de agosto se situó en 423.608 millones, un incremento de 7.458 millones frente al mes anterior.

La institución con sede en Fráncfort anunció tras el estallido de la pandemia del coronavirus que volvía a poner en marcha el programa, cuyo objetivo era estimular la economía europea, con otra ronda de adquisiciones de bonos públicos y privados de 750.000 millones de euros para contrarrestar los “serios riesgos” que supone la crisis del coronavirus para su política monetaria.