Un libro compara las proclamas del 15-M con las de Mayo del 68

Más de cuatro décadas separan las protestas de Mayo del 68 de las del 15-M, una distancia que queda plasmada en las proclamas de ambos movimientos, comparadas ahora por el periodista catalán Nil Ventós Corominas en el libro “Escritos en las paredes”.

“Indignados, de Mayo del 68 al 15-M” es el subtítulo de este ensayo, publicado por la editorial Calligraf, del que su autor ha hablado hoy en rueda de prensa en San Sebastián.

Ventós Corominas (Port de la Selva, 1989) ha reunido en este trabajo más de 500 aforismos utilizados durante las acampadas y manifestaciones del 15-M, que ha dividido en estos apartados: generales, económicos, autorreferenciales, alentadores y creativos.

De frases como “Democracia real, ya” y “No más casa sin gente y gente sin casa”, que se prodigaron a partir del 15 de mayo de 2011, pasa a las que se corearon en las calles de París hace 43 años, aquellas como “Prohibido prohibir” que han pervivido hasta la actualidad.

El periodista ha recurrido a las hemerotecas y a las redes sociales para recabar información sobre los hechos recientes y los que ocurrieron cuando él aún no había nacido, una época en la que se consideraba la violencia “como medio aceptable” para lograr los fines que se perseguían.

Ha señalado que entre unas proclamas y otras se ha producido “un salto total”, de unos años en los que se reclamaba la libertad sexual y acabar con los tabúes, pero en los que el paro no era el gran problema que es ahora, a otros en los que la indignación se manifiesta contra los privilegios de unos pocos, la falta de vivienda y la corrupción política.

Ventós Corominas ha destacado que, por ejemplo, en el Mayo francés se corearon frases como “Viva el presente”, que en la actual sería inconcebible, como también eran “impensables” entonces lemas surgidos de la informática como “Error del sistema. Reinicia”.

“No hay conversaciones entre mis colegas en las que no hablemos de la crisis. Eso te machaca y mina la moral. El futuro es difícil”, ha añadido.

El periodista no tiene claro si un movimiento como el 15-M debería acabar conformando un partido político o una opción más institucional, una vía que podría ayudar “a demostrar que hay una alternativa”, pero sigue preguntándose “si es posible” hacer que cambien las cosas por el mero hecho de reclamarlo, “si pidiéndolo por favor llegaríamos a algún sitio”.

“Lo importante del 15-M es que supo recoger el estado de ánimo de muchos españoles, que pedían manifestarse contra este sistema que nos está llevando a la nada absoluta”, ha subrayado.