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Las empresas tecnológicas quieren que compres sin sacar la cartera

Una mujer utilizando el móvil.

Marta Garijo

Amazon acaba de anunciar que lanza en España su pasarela de pago onlineUn paso más en la batalla por lograr convertirse en líder en este tipo de servicio en la que están inmersas grandes tecnológicas, startups y el sector financiero. Y es que en este negocio el volumen importa puesto que la clave se basa en cobrar una comisión a las empresas por cada compra. Cuanto mayor es el número de transacciones a través de este servicio, más gana el dueño de la pasarela de pagos. Además, si existe un mayor volumen de clientes que demanden este servicio, un mayor número de tiendas online querrán tener una determinada pasarela de pago entre sus opciones.

Entre las empresas decanas de los pagos el nombre que destaca es el de PayPal. Esta plataforma nació en Estados Unidos a finales de los 90 y su despegue fue de la mano de la plataforma de comercio electrónico Ebay, que la compró en el año 2002. Sin embargo, desde hace algo más de un año funciona como compañía independiente tras lo que ha buscado incrementar su papel como empresa de pagos incluso comprando otras startups. Actualmente cuenta con 200 millones de usuarios en el mundo, de los cuales cuatro millones están en España. 

Tras ella otras empresas han ido lanzando servicios de pago bajo la etiqueta de fintech, el nombre genérico que recibe las startups financieras. Por ejemplo, Trustly es una compañía sueca que es una plataforma entre el banco y la empresa en la que se realiza la compra. Otro caso es el de la británica Revolut que permite hacer conversiones de moneda, transferencias entre usuarios y además emite una tarjeta de débito con la que se puede retirar efectivo.

Expertos del sector señalan que el pago es una de las actividades con más peso dentro de la innovación de las Fintech, ese sector de startups que se dedica al negocio financiero. Entre las ventajas que tiene esta actividad es que es sencillo prescindir de intermediarios. En uno de sus últimos documentos de trabajo, la consultora McKinsey estima que el crecimiento de los ingresos por pagos será de un 6% anual hasta 2019.

La consultora señala que hay cuatro aspectos que marcarán los cambios disruptivos en el terreno de los pagos. Por un lado, la entrada de jugadores que no sean bancos (donde incluyen tanto las startups pequeñas como las grandes tecnológicas). A esto suman la modernización de la tecnología de pagos junto con la ineficiencia de las transferencias internacionales, que permite la creación de nuevas empresas.

Pero no solo las pequeñas, también las grandes tecnológicas están buscando su camino en los pagos electrónicos. En enero, Facebook se registró en el Banco de España como “entidad de dinero electrónico” después de que hubiera sido aprobada por el Banco de Irlanda. Una autorización que permite que la empresa desarrolle servicios como pagos entre personas. Una actividad que ya desarrolla en Europa.

Al no estar captando depósitos estas empresas no necesitan estar registradas en Europa como bancos. Aunque, por ejemplo, en el caso de PayPal sí que lo están. La compañía está dada de alta el registro de Luxemburgo como una entidad bancaria y mediante el “pasaporte europeo” puede prestar servicios en el resto de países de la UE.

En una entrevista con eldiario.es hace unos meses, el director de producto de PayPal, Anuj Nayar, señalaba que su estrategia no es luchar contra estas compañías, sino asociarse. Recordaba que el CEO de la empresa, Dani Schulman, explicó el año pasado por primera vez cómo iba a funcionar esta relación y que todo debe girar alrededor de las alianzas, de ser socios. Este es ya el caso con Facebook, que en Estados Unidos ya permite realizar compras a través de su servicio Messenger y para ello utiliza la tecnología de PayPal.

Otras de las compañías que están lanzando sistemas de pagos son Google, Samsung o Apple. Los servicios de estas empresas se están centrando en la mayor parte de los casos en el pago móvil mediante acuerdos con las entidades bancarias que permiten incluir sus tarjetas dentro de estas apps y pagar con el móvil en comercios físicos.

¿Qué están haciendo los bancos?

En un informe de Funcas y KPMG sobre la digitalización del sector bancario se señala que el mercado español está “aún marcado por el uso mayoritario del efectivo” aunque apunta que “las tarjetas de débito, de crédito y las transferencias, los nuevos medios de pago (aplicaciones móviles, wallets, stickers contactless, wearables,..) se están abriendo paso”.

El mismo estudio refleja que las entidades están implementando nuevas tecnologías de pagos. “El 44% de las entidades encuestadas pone a disposición de sus clientes stickers contactless, el 19% wearables, el 88% sistemas NFC, el 94% facilita el pago con el móvil, el 81% wallets y el 38% dispone de identificación biométrica”, señala el texto.

Para lograrlo, en muchos casos las entidades están o bien desarrollando sus propias startups dentro de incubadoras propias o bien comprando empresas. Dentro de este último grupo, BBVA compró en diciembre del año pasado la mexicana OpenPay después de que en marzo de ese mismo ejercicio hubiera adquirido a la finlandesa Holvi, que prestaba un servicio bancario online para empresas.

ING lanzó hace unos meses su aplicación Twyp y Twyp Cash. En el caso de la primera, el objetivo era que se pudieran hacerse pagos entre ellos sin necesidad de hacer transferencias. La segunda permitía además poder retirar efectivo en algunos comercios mediante la aplicación. Por su parte, la banca española ha lanzado Bizum también enfocada a que los usuarios puedan realizarse pagos entre ellos a través del móvil y sin necesidad de utilizar el número de cuenta.

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