Los procuradores ponen 22 activos de Reyal Urbis en el mercado por más de 31 millones de euros

MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

El Consejo General de Procuradores ya ha puesto en el mercado un total de 22 activos por un valor de 31,1 millones de euros en el marco de la subasta extrajudicial de Reyal Urbis, empresa declarada en concurso voluntario de acreedores en marzo de 2013 por un juzgado de lo mercantil tras tres refinanciaciones de deuda fallidas.

Del total de subastas, los procuradores ya han finalizado seis procedimientos por un total de 19,47 millones de euros, frente a un precio de valoración de 16,25 millones de euros, según informa el portal de subastas del Colegio, 'subastasprocuradores.com'.

Entre las subastas finalizadas destaca la adjudicación de un ático en la calle Hermosilla de Madrid, un conjunto de fincas en el sector ARPO de Pozuelo de Alarcón, también en Madrid, y un conjunto de suelo en Soto de Lezkairu, en Navarra.

Dentro de las 16 subastas restantes que siguen activas, y a las que se sumarán otros activos a lo largo de las próximas semanas y meses, destaca en su mayoría la oferta de suelo, como por ejemplo una oferta en Tudela (Navarra), que alcanza los 5,57 millones de euros.

Otras 5 parcelas de terreno urbanizable se encuentran en El Atabal-Torremar, en Málaga, valoradas en 1,9 millones de euros, junto a suelo urbano en la localidad riojana de Haro, valorado en 1,65 millones de euros, y solares en Villalbilla (Burgos), valorados en 1,6 millones de euros.

En Madrid se ofrece una parcela de uso terciario en Villalbilla, valorada en 1,2 millones de euros, fijándose la puja mínima en 650.000 euros. Además de esta oferta de suelo, destacan otros activos como locales y viviendas en la capital.

Para participar en la subasta es necesario inscribirse en la plataforma 'online' mediante un certificado electrónico o rellenar un formulario tipo, pudiéndose conocer más detalles de los bienes que aparecen en el portal.

El portal de subastas contempla la posibilidad de pujar con DNI electrónico y firma digital, al tiempo que incorpora el 'sello del tiempo' que proporciona la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) para que el usuario tenga una trazabilidad de los procesos en los que participa.