Los rábanos y las lechugas de Montoro
Los Presupuestos Generales de 2014 han salido ya adelante gracias a los votos del Partido Popular. Ahora comienza el trámite parlamentario en el que, como es lógico en una legislatura de mayoría absoluta, será muy difícil pactar enmiendas de calado a las cuentas públicas. Solo queda una ventana abierta a una leve mejora de las pensiones, por encima del 0,25% anunciado, y las posibles recomendaciones que emita Bruselas.
El debate de la Ley de Presupuestos se ha realizado en dos jornadas maratonianas que han tenido a Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, como absoluto protagonista. Su estilo, despiste y peculiar dialéctica han logrado que el debate de una de las leyes fundamentales para un país se haya quedado reducido a salidas de tono o menciones polémicas, como estas:
La solidaridad. “No es un trámite más, no es una presentación más, es la presentación de la iniciativa política del Gobierno que permitirá que el año 2014 sea el año del crecimiento económico, de la creación de empleo y de la solidaridad. El año 2014 será, pues, el año de la recuperación económica de España y de la solidaridad, de la atención, de las ayudas a los que más necesitan de esa ayuda, la ayuda del Estado, en la crisis que seguimos atravesando”.
La entrada a defender su proyecto de cuentas públicas fue fuerte, y el titular de Hacienda aseguró que eran las cuentas sociales por excelencia del Estado.
El túnel. “Hoy podemos decir que no solo hay luz al final del túnel, sino que lo que se atisba es la salida del túnel de la crisis económica de España”.
La visión de una salida del túnel, más próxima que la visión de la luz, causó hilaridad ayer en las redes sociales. Montoro utilizó un tono triunfalista a lo largo de todo su discurso, asumiendo que España ya había salido de la crisis.
El referente. “El director para Europa habla de España como un referente en las políticas de ajuste económico, como un referente en las políticas de ajuste hechas en coordinación con Europa, como un referente de que han sido España y Europa, Europa y España las que están dando las soluciones económicas a una crisis que hace doce meses, catorce meses, parecía inabordable. Hoy nadie dice que esté resuelta; decimos, con razón, que somos un referente en lo que estamos haciendo, en lo que estamos consiguiendo, y lo estamos consiguiendo desde Europa, por Europa y para el proyecto de integración europeo”.
Hasta en cuatro ocasiones en el mismo razonamiento utilizó Montoro la figura del “referente” para hablar de España como modelo mundial de éxito de los ajustes.
El viento. “Lo he dicho también esta mañana y no quiero que mis palabras queden escritas en el viento”.
La bancada de la oposición prorrumpió en un profundo “ooooohhh”, tras escuchar las palabras del titular de Hacienda, que no quería que se esfumaran, como le sucedió a Escarlata O'Hara.
La unión. “Juntos podemos y debemos avanzar, juntos somos más capaces. Divididos, segregados, no saldríamos de la recuperación y pondríamos en peligro el proyecto europeo. Por eso, desde el Gobierno, en un día como hoy, concitamos el debate de la recuperación económica como prioridad en toda España y ante todos los ciudadanos, desde el proyecto europeo que también es el asentamiento de nuestras libertades, de los valores de entendimiento y de cohesión entre los europeos”.
En un determinado momento, parecía que Montoro iba a tender una mano a la oposición para un pacto unitario, pero pronto esta sensación se la llevó... el viento.
Devaluación interna. “En resumen, estamos viviendo el equivalente a una devaluación, pero frente a las devaluaciones tradicionales que lo que promovían era más inflación, ahora estamos haciendo una devaluación sin reducir el tipo de cambio de nuestra moneda –puesto que el tipo de cambio es el euro– y estamos haciendo una devaluación sin inflación. Insisto en este concepto porque el impuesto más perjudicial, el impuesto más inequitativo, es la inflación”.
El ministro lanzó este concepto en el debate, olvidando que la única manera de devaluar sin tocar el tipo de interés, es reduciendo los costes, sueldos y salarios del país. Montoro se abstuvo de recordar esta pequeña parte de la teoría, ya que hubiera ido en contra de su comentario sobre que en España los sueldos no se han reducido.
Los rábanos. “Hace su señoría un discurso donde va cogiendo rábanos y lechugas, rábanos y tomates, plátanos y manzanas, peras y limones. Eso es lo que hace”.
El enfrentamiento entre Montoro y Rosa Díez fue uno de los más caldeados, hasta el punto de que el ministro perdió la compostura en su réplica a la diputada. Los rábanos se convirtieron en inopinado protagonista de su repuesta.
Los ahorros. “El Gobierno utilizará el dinero que ahorre en el pago de intereses de la deuda pública en 2014 para asegurar la protección social, pagar las pensiones y los seguros de desempleo”.
Montoro ha prometido que la menor deuda que se prevé gastar en 2014 se destine a los servicios públicos. Sin embargo, olvida que en los próximos ejercicios la previsión es que suba con mucho el servicio para atender el pago de la deuda.
Sin ideología. “Los presupuestos tratan de reconocer el esfuerzo de una sociedad entera, con independencia de ideologías políticas”. “Este presupuesto es el reconocimiento al esfuerzo de los ciudadanos españoles en el trayecto de esta crisis y que, debo añadir, les será devuelto. Ése es el compromiso del Gobierno: devolver los esfuerzos que han realizado y que han estado acorde con sus posibilidades económicas”.
Así ha concluido Montoro su defensa de los presupuestos, de la que se podrán beneficiar todos los españoles.