Los sindicatos de Correos reanudan mañana los paros parciales

Los sindicatos CCOO, UGT y CSIF han convocado para mañana a los trabajadores de Correos a un paro parcial de dos horas al final de cada turno y en los centros de toda España, pero han cancelado las concentraciones previstas.

Los representantes legales de los trabajadores de Correos tratan así de “no restar repercusión” a la tercera jornada de huelga de 24 horas convocada para el próximo viernes en toda España.

Fuentes sindicales han admitido a EFE que se “está produciendo” en los centros de Correos una acumulación de votos en tránsito para la jornada electoral del próximo domingo.

Añaden que ese colapso es “especialmente significativo” en lo referente a la propaganda electoral.

Los sindicatos han anunciado para mañana una labor “más intensa” de los piquetes informativos en la totalidad de los centros de tratamiento informatizados de Correos.

También han sido informados de un incremento en los servicios mínimos, que pasan del 50 % a un 70 % según los segmentos de actividad, que en zonas rurales se mantiene en el 100 %.

Se trata de la tercera jornada de paros parciales en Correos en menos de un mes y como preámbulo a las convocatorias de huelga de 24 horas en los centros de toda España.

El primero de los paros parciales se desarrolló el 30 de abril, previo a la huelga general del 1 de mayo, mientras que los trabajadores de Correos pararon también durante dos horas el 13 de mayo en Madrid y un día después en el resto de España, antes de la segunda huelga de 24 horas, el 15 de mayo.

Para la huelga del próximo viernes, los trabajadores de Correos han sido convocados desde el mediodía a concentrarse durante dos horas en la Puerta del Sol, lo que se repetirá ese mismo día en otras ciudades de España en “lugares y plazas emblemáticas”.

Los sindicatos convocantes protestan contra el bloqueo de las negociaciones del convenio colectivo en Correos y reivindican la inclusión de incrementos salariales, la estabilidad del empleo, la recuperación de derechos laborales y dotar al operador de la plantilla necesaria para prestar un servicio postal público de calidad.

La empresa pública ha reiterado a lo largo de este proceso que mantiene abierto el diálogo y defiende que el recorte de la plantilla se ha hecho sin “despidos ni medidas traumáticas”, con el objetivo de adaptarla a la caída de la actividad postal.