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Las textiles asiáticas pierden más de 200 millones de euros por coronavirus

Una mujer con máscarilla conduce este lunes una bicicleta en una calle de Hanoi.

EFE

Bangkok/Ho Chi Minh (Vietnam) —

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El coronavirus está asestando un duro golpe a la industria textil de varios países del Sudeste Asiático, donde las pérdidas en el sector pueden ascender a unos 238 millones de dólares (unos 207 millones de euros), especialmente en Vietnam.

El impacto en la región se debe principalmente al desabastecimiento de materias primas desde China, epicentro del COVID-19 y el principal proveedor del Sudeste Asiático.

El textil es un sector de peso en el Sudeste Asiático, que confecciona ropa para diversos grupos extranjeros como el sueco H&M y el español Inditex, al que por ejemplo suministran ropa y calzado 149 fábricas de Vietnam y 144 de Camboya, según los datos de la compañía dueña de marcas como Zara.

Según un informe de la ONU de primeros de marzo, el impacto en impacto en la región se sentirá especialmente en Vietnam (183 millones de euros), Tailandia (14 millones de euros) e Indonesia (10 millones de euros).

En Vietnam, la industria textil ha crecido en los últimos años hasta proporcionar empleo a unos tres millones de trabajadores en todo el país y producir unas exportaciones por valor de 39.000 millones de dólares (34.500 millones de euros), todo ello gracias a unos costes de producción más bajos que en China.

“El 95 % de las fábricas de textil vietnamitas producen con tejido chino”, declaró a Efe David Lee, director de ventas de Phukhang Manufacture and Trading, empresa que trabaja con grandes marcas del Reino Unido y España.

Los estrictos controles sanitarios y aduaneros con todas las mercancías que provienen de China, unidos al paro de muchas fábricas en aquel país han ralentizado la producción de muchas empresas vietnamitas, que buscan alternativas al gigante asiático para importar el tejido.

Pero incluso las empresas que no dependen de proveedores chinos están sufriendo los efectos de la crisis debido a la ralentización económica generalizada.

La industria textil de Birmania no tiene aún un volumen comparable al de la vietnamita, pero sus exportaciones no han parado de crecer desde 2013, hasta alcanzar los 4.000 millones de dólares (unos 3.500 millones de euros) en el ejercicio fiscal de 2018-2019, según el Ministerio de Comercio birmano.

Sin embargo, el crecimiento del sector, que emplea a unos 500.000 trabajadores, ha estado sufriendo un serio revés desde enero como consecuencia de la escasez de materias primas, procedentes en su mayor parte de China, y el descenso de los pedidos.

Desde enero, han cerrado permanentemente siete fábricas, cuatro lo han hecho temporalmente y otras dos se han visto obligadas a reducir sus plantillas en las regiones de Rangún y de Pegu, incipientes cinturones industriales del país, según informaciones del Ministerio de Trabajo birmano recogidas por la prensa local.

Los cierres han supuesto el despido de más de 3.000 trabajadores, muchos de los cuales han organizado protestas porque no han percibido sus salarios de febrero.

“La situación no mejorará, calculo, hasta finales de abril (...) Estamos realmente preocupados”, dijo a Efe Khine Khine Nwe, secretario general adjunto de la Federación de la Cámara de Comercio e Industria de Myanmar.

En Camboya, la industria textil, que emplea a unos 700.000 trabajadores y supone el 45 % de sus exportaciones, también se está viendo golpeada por el coronavirus y, según el Ministerio de Trabajo, 10 factorías han suspendido su producción hasta el momento, lo que ha afectado a unos 3.000 trabajadores, pero la situación tiene visos de empeorar aún más.

“En marzo casi 200 fábricas podrían enfrentarse a la suspensión como consecuencia de la falta de materias primas, lo que afectaría a 160.000 trabajadores”, dijo un portavoz del Ministerio de Trabajo en declaraciones recogidas por medios locales la semana pasada.

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