Wall Street sigue mixto a media sesión, sin rumbo fijo

El mercado de Wall Street se mantenía a media sesión con leves variaciones en sus principales indicadores, con un comportamiento mixto y señales de no tener un rumbo fijo, después de haber alcanzado el viernes niveles históricos.

En el ecuador de la sesión, el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, perdía un 0,12 % o 21,49 puntos, hasta las 17.369,03 unidades, con un comportamiento en el terreno negativo desde casi después de que comenzara la sesión.

El viernes había cerrado con un récord, en 17.390,13 puntos, que ha ido perdiendo en la primera mitad de la jornada de este lunes.

También había alcanzado un récord el viernes el S&P 500, e igualmente se mantenía en terreno positivo a media sesión de hoy, con un avance del 0,09 % o 1,89 puntos, hasta los 2.019,94 enteros.

El S&P 500 llegó a estar en terreno negativo durante la primera mitad de la jornada, pero ha ido recuperando posiciones, hasta llegar a un récord intradía de 2.021,49 enteros, que alcanzó minutos antes de la media sesión.

Finalmente, el índice compuesto del mercado Nasdaq, que desde el comienzo de la jornada comenzó a anotarse ganancias, las estaba confirmando a media sesión, con un avance del 0,29 % o 13,27 enteros, hasta las 4.644,02 unidades.

El Nasdaq ya había alcanzado el viernes niveles no vistos desde la burbuja tecnológica de hace tres lustros, pero aún está lejos de su techo histórico de los 5.000 puntos.

De los treinta títulos incluidos en el Dow Jones de Industriales, el avance principal a media sesión era el de la firma American Express, que subía un 1,22 %, seguida de la farmacéutica Merck, con una ganancia del 0,78 %, y de Boeing, que avanzaba un 0,73 %.

Dentro de ese grupo, la pérdida mayor era la de la cadena de bricolaje Home Depot, que bajaba un 1,26 %, seguida por la petrolera Chevron, que cedía un 1,13 %, y el grupo de equipos industriales Caterpillar, que bajaba un 0,63 %.

En otros mercados, el petróleo de Texas bajaba a 79,95 dólares el barril, el oro perdía terreno, hasta los 1.170,40 dólares la onza, la rentabilidad de la deuda pública a diez años avanzaba al 2,3586 % y el dólar ganaba ante el euro, que se cambiaba a 1,2484 dólares.