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El Santander se compromete a ayudar a 4 millones de personas vulnerables hasta 2021

Ana Botín visitó en 2018 a mujeres emprendedoras beneficiarias del proyecto Tuiio.

ED Creativo

El Banco Santander se ha comprometido a financiar los próximos tres años distintos programas que puedan ayudar, hasta 2021, a cuatro millones de personas en situación de pobreza, vulnerabilidad o marginalidad social. En los anteriores tres ejercicios, hasta 2018, el grupo fue capaz de ayudar a 2,5 millones de personas.

Estos programas fomentarán el crecimiento inclusivo y sostenible de las comunidades más desfavorecidas, a través de iniciativas que mejoren la educación infantil, la formación financiera básica, el microemprendimiento empresarial (en especial, las iniciativas de mujeres en países latinoamericanos), la paliación de situaciones de pobreza extrema, la prevención de enfermedades, el fomento de la salud, y el apoyo y promoción de las personas con alguna discapacidad.

En esta cifra de 4 millones no se encuentran los datos relativos a becas de educación (las iniciativas de banca responsable más conocidas del Santander hasta ahora), que también seguirán aumentando los próximos años hasta beneficiar a otras 200.000 personas, ni tampoco las iniciativas sobre arte y cultura, que igualmente Santander espera hacer crecer.

El banco ha desarrollado una metodología corporativa adaptada a las necesidades y al modelo específico de su contribución a la sociedad. Esta metodología identifica una serie de principios, definiciones y criterios que permiten contabilizar de manera consistente a aquellas personas que se han beneficiado de sus programas, servicios y productos con componente social y/o ambiental. Dicha metodología ha sido revisada por un auditor externo.

En 2018, el banco gastó 58 millones de euros en inversiones sociales y elevó a casi 7.700 sus acuerdos de ayuda a ONG. Dentro de los 2,5 millones de personas ayudadas (de las que 600.000 eran niños), 1 millón se beneficiaron de proyectos contra la pobreza y la marginación y más de 350.000 recibieron formación y capacitación financiera para impulsar pequeños negocios. La prevención de enfermedades ha sido y será otro eje fundamental de las iniciativas de banca responsable del Santander. Entre los múltiples ejemplos pueden destacarse el 'voluntariado probono' o éste otro proyecto contra el cáncer infantil.

En el terreno de las ayudas a la educación superior, el año pasado Santander Universidades otorgó más de 73.700 becas (por ejemplo, las entregadas, junto con premios, en la Jaume I), ayudó a más de 20.000 emprendedores universitarios e intermedió, a través de la plataforma Universia, en 600.000 empleos en siete países. Sólo en becas, la inversión ha sido de 1.700 millones de euros desde 2002. La presidenta del grupo, Ana Botín, ha declarado: “En los próximos tres años, más de 200.000 estudiantes recibirán una beca Santander, lograrán una práctica en una pyme o participarán en programas de emprendimiento apoyados por el Santander”.

En un punto intermedio entre las ayudas a la comunidad y las dirigidas a la educación superior, en 2018 Fundación Universia becó a 603 universitarios con discapacidad e incluyó laboralmente a otras 153.

La estrategia está clara: se trata de contribuir no sólo al crecimiento de las empresas, sino también al de las personas, porque de esta forma “no solo creceremos como negocio, sino que ayudaremos a la sociedad a afrontar los principales desafíos globales. El valor que creamos debe traducirse en beneficio para todos”, según Botín. “Las empresas que quieren contribuir positivamente a la sociedad deben alinear sus objetivos con los que tiene la sociedad a largo plazo”, lo que implica trabajar en la línea marcada por los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

A más largo plazo, otro de los objetivos globales del banco es conseguir la inclusión financiera de 10 millones de personas en 2025. Se trata de un objetivo con el foco en ciudadanos que aún no están “bancarizados” o cuyo acceso a servicios bancarios normales está muy restringido, circunstancia no extraña en algunas zonas de Latinoamérica. Este compromiso se materializará a través de productos y servicios e iniciativas de inversión social, que buscarán el acceso de estas personas al sistema financiero, a que puedan conseguir financiación adaptada a sus necesidades particulares.  

Según el Banco Mundial, en el mundo hay 1.700 millones de personas que no tienen acceso a ningún servicio bancario, 200 de ellos en América Latina. Algunos ejemplos de programas que el Santander ya ha desarrollado en Latinoamérica son Tuiio en México o Prospera en Brasil.

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