Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La izquierda busca reconstruirse ante el nuevo ciclo político
El PP de Ayuso bloquea la investigación de los negocios de su pareja
Opinión - 'Un español cuenta algo muy sorprendente', por Isaac Rosa

Mercedes C 350 e: ¿te interesa comprar un híbrido enchufable?

Frontal del Mercedes C 350 e.

R. T.

Aunque todavía se trate de un mercado pequeño, los coches de propulsión alternativa cada vez están más presentes en la oferta de los fabricantes. Es por eso que, en los próximos años, si te toca cambiar de coche, no es raro que te hagas la pregunta que encabeza este artículo: ¿te interesa comprar un híbrido enchufable?

Vamos a intentar resolver esa incógnita a través de un modelo como el Mercedes C 350 e, una berlina clásica, de línea elegante y frontal cargado de personalidad que esconde un paquete de baterías bajo su maletero para circular parcial o completamente en modo eléctrico, es decir, sin emitir gases contaminantes a la atmósfera.

Derivado de la Clase C de Mercedes (4,68 metros de longitud), el C 350 e cuenta con un motor de gasolina de 211 caballos y una unidad eléctrica de 82 CV que, combinados, rinden 279 CV y gastan 2,1 l/100 kilómetros de carburante. Una aclaración, la potencia total no es la suma de la de ambos motores, ya que ésta no se consigue al mismo tiempo. Y una segunda, el consumo oficial se ve favorecido porque en el test de homologación el motor de gasolina está buena parte del tiempo apagado.

Dicho lo cual y volviendo al inicio, ¿te interesa la compra de un híbrido enchufable? Como su propio apellido indica, enchufable, significa que se puede enchufar a una toma de corriente para recargar las baterías del sistema eléctrico, algo que un híbrido normal no necesita. Es aquí donde surge el primer muro: comprar este tipo de coche implica cambiar nuestros hábitos.

El Mercedes C 350 e cuenta con un paquete de baterías de iones litio con una capacidad máxima de 6,2 kWh y una autonomía eléctrica, en el mejor de los escenarios, de 31 kilómetros. Aunque en fases de deceleración o activando un setting denominado Charge (en que el motor de gasolina alimenta las baterías) se regenera electricidad, la principal fuente de alimentación es el enchufe.

Y aquí es donde la vida cambia respecto a un coche de combustión. La toma de corriente del C 350 e -colocada en el paragolpes trasero- se puede enchufar a una red monofásica de 3,7 kW (230 V y 16 A) que necesita de 1 hora y 45 minutos para pasar del 10 al 100% de carga o una red convencional de 3,0 kW (230 V y 13 A) que necesita de 2 horas para completar las baterías.

Con estos números, un híbrido enchufable es ideal para alguien que utilice el coche 30 kilómetros diarios y disponga en su puesto de trabajo y/o domicilio un punto de recarga. Y por pedir, que circule frecuentemente por autopistas, donde algunas bonifican a este tipo de vehículos. Lejos de este idílico panorama es difícil justificar su sobreprecio, ya que los híbridos normales y las versiones equivalentes de combustión te salen (todavía) más a cuenta.

En el caso del Mercedes Clase C, el híbrido enchufable tiene un precio de 53.400 euros, por los 50.850 del híbrido (C 300h) y 48.075 del diésel (C 250 d).

¿Cuál es entonces el sentido fundamental de un coche híbrido enchufable? Ir un paso más allá en la reducción del consumo y las emisiones respecto a un híbrido no enchufable, pero sin caer en el estrés de un eléctrico: los enchufables cuentan siempre con el auxilio de un motor térmico, siendo menos dependiente que los 0 emisiones de una infraestructura de recarga pública todavía bastante irregular.

Tampoco conviene olvidarse de otros factores favorables. El placer de conducir en silencio, siempre con suavidad y comodidad, eliminando los incomodos ruidos mecánicos de los motores de combustión (especialmente desagradables en los diésel) y con una respuesta al acelerador inmediata.

La otra ventaja es que el C 350 e puede circular en modo eléctrico por el centro de las grandes ciudades, aunque existan restricciones al tráfico de automóviles, sean éstas permanentes o transitorias, pues en ese momento el coche se comporta como un vehículo de 0 emisiones. En diciembre Madrid estableció por primera vez la circulación alterna de coches por matrícula par o impar; y en marzo se prohibió aparcar en zona SER (Servicio de Estacionamiento Regulado) a los no residentes por episodios de alta contaminación. Este Mercedes estaba exento de cumplir ambas medidas.

No todos son alabanzas. Ya hemos hablado de un precio de adquisición alto, pero hay más. En el caso del C 350e, la pérdida de espacio de carga. El paquete de baterías va situado tras las ruedas traseras, reduciendo el maletero de los 480 litros de las versiones normales a 335. Además, tiene un pequeño escalón y no pueden abatirse los asientos traseros (algo que sí puede hacerse en el caso de la carrocería familiar).

Las baterías, en este caso su sobrepeso de 100 kilogramos, también perjudican su comportamiento dinámico. El Mercedes C 350 e roza los 1.800 kilos de peso total (en vacío) y su agilidad se ve comprometida en carreteras con curva, donde se muestra como lo que es: una berlina civilizada, tranquila y confortable de conducir.

Asociado a la transmisión automática de siete velocidades, el Mercedes C 350 e cuenta con cuatro modos de funcionamiento que varían la respuesta general del coche (Individual, Eco, Comfort, Sport y Sport+) y, además, al tratarse de esta versión híbrida enchufable, ofrece programas específicos según los cuales cambia la forma de trabajar de los motores:

  • Hybrid: por defecto al arrancar, este modo hace uso del motor eléctrico y lo complementa con el de combustión cuando es necesario.
  • E-mode: únicamente funciona en modo eléctrico, siempre que haya carga en las baterías. Junto con la transmisión en Eco, el pedal ofrece un tope que nos indica hasta dónde tiene capacidad el propulsor. Si sobrepasamos ese tope, entra en funcionamiento el motor de gasolina.
  • E-save: este programa sirve para preservar, en la medida de lo posible, la carga que tengamos disponible en la batería. Así pues, el coche intenta no gastar batería y aprovecha para recargarla en frenadas y retenciones, así que conserva y recarga ligeramente.
  • Charge: el cuarto y último modo recarga en marcha la batería a través del motor de gasolina, aumentando considerablemente el consumo de combustible. En este caso el motor eléctrico no está disponible, así que es el de gasolina el encargado de mover el coche.
Etiquetas
stats