Nissan abandera la avalancha eléctrica del Salón de Tokio
El Salón del Automóvil de Tokio, en marcha hasta el próximo 5 de noviembre, está siendo escenario de una avalancha de novedades con electrificación parcial o completa. Los fabricantes locales se sienten llamados a llevar la voz cantante en su salón y por eso se han mostrado especialmente activos en este y en otros ámbitos.
Nissan, en particular, ha querido dar el todo por el todo al inscribir sus nuevos concept cars en una ofensiva eléctrica más amplia –y conforme a su posición aventajada en este campo– que incluye su participación en la Fórmula E a partir de la temporada 2018, momento en que el campeonato introducirá estrenará regulaciones en cuanto a chasis y baterías.
El primero de los prototipos desvelados en Tokio, denominado IMx, consiste en un crossover eléctrico de cuatro plazas con una autonomía de 600 kilómetros, según estándares locales, y conducción totalmente autónoma. Emplea una nueva plataforma diseñada específicamente para vehículos de cero emisiones que permite que el suelo del coche quede plano por completo, lo que se traduce en un habitáculo espacioso y un centro de gravedad bajo que mejora el comportamiento.
La batería de alta capacidad del IMx puede abastecerse tanto en un puesto de recarga convencional como en uno inalámbrico. Los responsables de Nissan han insistido además en reforzar la conexión entre el conductor y el vehículo, que presentan como un compañero cercano y fiable que garantiza una conducción segura y confortable.
Entre los 13 coches que la marca japonesa exhibe en el Tokyo Big Sight se encuentra también el Leaf Nismo, desarrollado por la división deportiva y de modificaciones de Nissan. La incorporación de la tecnología de competición al modelo eléctrico le confiere una conducción realmente excitante, además de un aspecto de alto voltaje deportivo basado en la combinación de los colores rojo y negro característicos de Nismo.
La firma de Yokohama ha hecho coincidir el 45º Tokyo Motor Show con las pruebas por las calles de la capital japonesa de un prototipo totalmente autónomo. Se trata de un Infiniti Q50 que, gracias a la ProPilot de última generación, puede moverse por sí solo en vías urbanas y autopistas desde que se selecciona el destino en el sistema de navegación hasta el momento de la llegada.
Honda, por su parte, ha traído a casa una variación de un concept presentado en Frankfurt en septiembre pasado, el Urban EV. Se trata en este caso del Sports EV, que destaca no tanto por su unidad de potencia eléctrica como por el empleo de tecnología de inteligencia artificial, embarcada ahora en un vehículo deportivo compacto que promete ofrecer, según el fabricante, la máxima diversión al volante a la vez que una sensación de estar integrado con él en un solo cuerpo.
La apuesta de Mitsubishi insiste en parecidos patrones con el e-Evolution Concept, un vehículo eléctrico equipado con tres motores que permite disponer de tracción a las cuatro ruedas y que, como en el caso del Honda, anuncia avances en inteligencia artificial dedicados a asistir al conductor en todo momento.
