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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

El valle del Loira: entre castillos y jardines de película

La mayor parte de los castillos del Loira fueron edificados entre los siglos XV y XVI.

Elisabeth G. Iborra

Para recorrer la región del Loira, lo más conveniente es ir en coche hasta Orleans, la capital del Departamento del Loiret y punto septentrional del curso del río Loira, y de ahí partir para conocer los seis departamentos protegidos por la Unesco con el fin de conservar sus cientos de castillos, aunque en concreto destacamos estos de estilo renacentista francés y sus alrededores.

Castillo de Chambord

Sin duda, se trata del castillo más espectacular de la Sologne, una zona natural de 4500hª con 32km2 de perímetro, llamada también el bosque del Diablo por leyendas varias. El castillo de Chambord es de cuento de hadas y, por descontado, ha sido escenario de películas y cantidad de actividades culturales desde que el rey más elegante y alto de Francia, Francisco I, lo construyera al principio del Renacimiento, con la ayuda de Leonardo Da Vinci, que planificó la escalera de doble revolución tal y como ahora la vemos. Y a esta virguería hay que sumarle las 282 chimeneas, los calentadores gigantes de cerámica y la terraza con las vistas a todo el bosque de la Sologne, que siempre fue y sigue siendo el coto de caza privado de los reyes o presidentes franceses.

De Chambord a St. Dyé sur Loire sólo hay 36 km y conviene llegar a la hora de comer a Bourriche aux Appétits, una tienda delicatessen con conservas de verduras cocinadas con pescados, anguilas, mermeladas y compotas, panes, galletas y vinos con procedencia en los productores del Loira.

Castillo de Chamerolles

Situado en medio del llamado ‘granero de Francia’, empezó siendo una fortaleza en el s.XII pero fue transformado en castillo en el s.XV inspirándose en los palacios italianos del Renacimiento. Tras la remodelación del Departamento del Loiret, ha sido amortizado como Museo del Perfume. Imprescindible visitar sus jardines, que son de los más bonitos de los muchos que le han valido a la zona el alias de Jardín de Francia.

A solo 46km, se encuentra Sigloy / Saint Benoit sur Loire, donde puedes dar un plácido paseo con picnic incluido en los barcos tradicionales de madera ‘L’Aigrette’ o ‘Sterne. En el recorrido por este río que consideran salvaje, por indomable, y real, porque hay más de 300 castillos de la realeza, podrás también contemplar la fauna de la zona: castores, garzas, gaviotas, cormoranes o ranas. Déjate agasajar con una degustación de quesos típicos de las cinco denominaciones de origen del Valle del Loira: Crottin de Chavignol, Sainte-Maure-de-Touraine, Pouligny-Saint-Pierre, Selles-sur-Cher y Valençay.

Castillo de Chaumont

Chaumont es Patrimonio Mundial de la Unesco por su belleza, lo que explica la envidia que despertó en la esposa del rey, Catalina de Médicis, cuando su esposo se lo regaló a su ex-niñera y amante, Diana de Poitiers. A la muerte de éste, Catalina aprovechó para cambiarle el dominio de Chaumont por otro castillo que tampoco estaba nada mal, quedándose con esta fortaleza gótica ampliada con la arquitectura de recreo del Renacimiento. En el s. XVIII y XIX, la familia Le Ray de Chaumont promueve la ebullición intelectual con sus ilustres invitados. Y al final del XIX los príncipes de Broglie diseñan, con la ayuda de la casa Hermes, suntuosas caballerizas modernistas y un parque de estilo inglés creado por el arquitecto y paisajista Henri Duchenne.

De esa época viene la tradición de la jardinería, hasta el punto de convocar un concurso anual de paisajismo, un Festival Internacional de Jardines alucinante. Para rematar el relax de pasear entre flores, qué mejor que una visita por las bodegas de Plou et Fills y disfrutar con catas de vinos bien extensas.

Castillo de Château de Sully-sur-Loire

A 28km de Gien, donde se encuentra la reputada fábrica de loza La Faïncerie de Gien, se erige este castillo en Sully sur Loire, que apenas cabe en el objetivo de la cámara, dadas sus dimensiones y las del inmenso paisaje con el río detrás. Impresionante la calidad de restaurantes como el Grand Saint en Benoît sur Loire, que dan lo mejor de sí utilizando los productos típicos y de temporada regionales.

Castillo de Château de Candé

Subiendo a Monts, arribas a la sede del impactante y contemporáneo Château de Candé, donde, el 3 de junio 1937 el duque de Windsor, el ex monarca Eduardo VIII, se casó con la americana Wallis Simpson renunciando al trono por ella.

El palacio fue cedido durante esos días por su moderno y precursor propietario, que, habiendo vivido en Estados Unidos, se trajo todos los adelantos en términos de baños, electricidad, teléfono, y calefacción. El tipo fue altruista dejando que se celebrara allá la boda, pero después le sacó partido hasta sus últimas consecuencias al exhibir reliquias, revistas, fotos, libros, recuerdos, reproducciones, etc. para aumentar su fama y el número de visitantes a su castillo. Y ahí siguen, para que tú husmees a voluntad.

Real Castillo de Blois

Blois es un hervidero de actividades, tales como proyecciones de luces en su fachada o espectáculos de esgrima en el patio para revivir los combates y duelos renacentistas unidos a la historia del castillo… En la cercana ciudad de Amboise te sorprenderá su castillo homónimo sobre el río y la pagoda china de Chanteloup, que contrasta con el estilo Medieval de la arquitectura de sus edificios y de sus callejuelas. Desde allí hay un tiro al castillo de Cheverny, más conocido como castillo de Tintín, que fue el modelo de Hergé para dibujar Moulinsart.

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