Huelva, la provincia por descubrir

Atardecer en La Dehesa de Abajo, Parque Nacional de Doñana.

Elisabeth G. Iborra

Con más de 10.000 km2, Huelva puede presumir de contar con un rico patrimonio paisajístico que incluye territorios tan diversos como el Parque Nacional de Doñana, Sierra Morena o el litoral atlántico. Sin embargo, los atractivos de esta provincia, rica en tradiciones y poseedora de un legado cultural que se remonta a la civilización tartésica, no terminan ahí.

En la propia capital destacan sus dos ríos que desembocan en el Atlántico y la Reserva de la Biosfera de las marismas de Odiel circundantes, que permiten un paseo marítimo larguísimo con una construcción del estilo de Eiffel, conocido como el Muelle de la Riotinto Company o el Muelle del Tinto. Desde ahí puedes disfrutar de un atardecer épico a pie, si no prefieres embarcarte en un catamarán colectivo.

En ese paseo en barco hasta la Punta del Sebo, punto de confluencia de los ríos Tinto y Odiel, se erige el Monumento a la Fe Descubridora (o a Colón), obra de la escultura Gertrude Vanderbilt Whitney encargada por la Columbus Memorial Foundation en reconocimiento del papel de Huelva en el descubrimiento de América. Y es que desde el puerto de Palos de la Frontera partieron las tres carabelas hacia el nuevo continente. En homenaje han recreado allí una réplica exacta de las embarcaciones donde reproducen la vida a bordo y un centro de interpretación con cantidad de documentos originales sobre el descubrimiento de los expedicionarios. Colón, que peregrinó al Santuario de la Cinta, cuenta en su honor con otro monumento en la mítica plaza de las Monjas, así como con el antiguo Hotel Colón, que pasó a ser propiedad municipal para su rehabilitación. Siguiendo con el paseo, los locales recomiendan visitar el barrio Reina Victoria o barrio obrero, de estilo británico y fundado para los trabajadores de las minas de la Riotinto Company Limited.

Capital Gastronómica 2017

El mercado del Carmen, en la Avenida de la Ría, es el lugar idóneo para comprar pescado y marisco fresco en “la plaza”. Si bien, hay más platos típicos que han hecho de Huelva Capital Gastronómica de 2017, como los productos del cerdo ibérico.

Y acompañando al buen comer, los vinos están en auge, con cantidad de productores sacándole partido a la autóctona uva zalema, según se puede ver en el recorrido histórico del moderno Centro del Vino del Condado de Huelva, en Bolullos Par del Condado. Además, desde tiempos inmemoriales están elaborando curiosidades como el vino naranja y el vermú de bodegas Sáenz, en Moguer, que es de lo más auténtico dentro de la nueva ola vermutera que asola España. Moguer, por cierto, es el pueblo blanco de Juan Ramón Jiménez, cuyas típicas tabernas de El Lobito y El Raposo son muy recomendables para degustar la cocina casera de los pueblos del interior inmersos en una decoración rural y codeándose con unos personajes verdaderamente pintorescos.

A 4 kilómetros escasos, por el área de la Rábida, no sólo se sitúa el Campus Universitario (muy destacables los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía), sino unos jardines preciosos con un monasterio franciscano que da fe de cinco siglos de historia. De hecho, a pedirles pecunia a los frailes pasó Cristóbal Colón para que financiaran su expedición.

Doñana: la joya de la provincia

Bajando bajando, se arriba a la costa, esa locura salvaje y desconocida entre Cádiz y Portugal, con dunas que redondean las playas de Punta Umbría y acantilados que perfilan las de Mazagón, donde empieza el Parque Nacional de Doñana. Allí, es posible realizar actividades en grupos reducidos en 4x4 para observar la flora, la fauna y toda la belleza natural de esta reserva de la biosfera. Podrás avistar gamos, ciervos, jabalíes, aves de todo pelaje (no en vano, es un gran destino de avistamiento para los aficionados) y, con un poco de suerte, verás linces en crianza dentro su centro de recuperación específico para evitar su extinción.

Ana Benedicto, como turista que visitó Huelva este verano, cuenta que “para ir desde Cádiz, pero como teníamos que llegar hasta Huelva en coche, pasando por Sevilla, nos resultó más cómodo cruzar desde Sanlúcar de Barrameda en una barcaza con los pescadores de coquinas hasta el mismo Parque. Una vez en Doñana, vas con microbuses mientras el guía te va explicando los cuatro ecosistemas y sus diferencias: Por el bosque donde antes hacían el carbón vegetal, luego por las marismas, después por las dunas, desde donde se ven unas vistas preciosas, y finalmente, por la playa, muy virgen, aprovechando sus zonas de senderismo”.

Mirando hacia Portugal

En dirección contraria, pasando por Islantilla, y tirando hacia Isla Cristina, continúan las playas kilométricas, cuya peculiaridad principal es que, cuando baja la marea, se forma una lengua de tierra enfrente, debido al río Piedras, a donde se puede pasar en barquitas.

Aprovechando que Huelva es la población con más horas de sol de España, disfruta de la playa… y luego vuela al Centro comercial El Faro de El Rompido a contemplar un atardecer maravilloso con toda la panorámica del Río Piedras y el verdor de sus orillas, pues es, simplemente, inigualable. Fotaza asegurada. Paseando por el lindo pueblecito hay varios restaurantes que dan la talla: La Casa del Palo, La Botánica, Doña Gamba o La Patera, para cenar con los pies en la arena un buen atún o unos huevos de choco a la plancha.

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