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Ruta por Gran Canaria: los mejores lugares para conocer la isla

El pueblo de Mogán cuenta con un pintoresco puerto que bien merece una visita.

Elisabeth G. Iborra

Vamos a dar una vuelta por Gran Canaria. Pero una vuelta casi literal, porque esta isla con forma de concha de zamburiña está bordeada por una carretera litoral desde Agaete, en el noroeste, hasta Puerto Rico, en el suroeste. Sólo hay una parte central a la que se accede por carreteras interiores por tratarse de los parques naturales de Tamadaba y Pilancones.

Parques Nacionales naturales

En el centro, en el medio de ambos parques, se eleva la única cumbre de la isla, donde Tejeda aparece y desaparece entre la bruma y las nubes, como por arte de magia, sobre un mar de algodón. Pero siempre hay visibilidad para admirar el impresionante Roque Nublo, que parecería más bien la luna si no fuera por el pinar que lo circunda. Teror también se halla en pleno corazón de la isla, hacia el norte, con sus rincones típicos, sus pasteles y sus tradiciones, que pasan por rendirle culto a la Virgen del Pino, entre otras costumbres.

De barranco en barranco, cuevas y botánica

Otro enclave del interior, pero muy cerca de las playas del sur, es el Barranco de Guayadeque, cuyos palmerales dieron sombra a los canarios más ancestrales. Hay que explorar cuevas como la Casa Cueva de Artesanía Canaria, en Ingenio, y el restaurante Guayadeque, en Agüimes. Y al borde del barranco del Guiniguada reluce el Jardín Botánico Viera y Clavijo ofreciendo un completo catálogo de toda la peculiar flora de la región de la Macaronesia. En la misma área también encontramos la caldera volcánica de Bandana, cerca de los viñedos de Tafira, donde el reto es seguir el sendero hasta encontrar el lagar oculto.

Mogán y su pintoresco puerto

Bajando al sur de la isla, encontramos Puerto Rico, Patalavaca, Amadores, Arguineguín y Taurito, lugares con encanto en el camino hasta el pueblo y el Puerto de Mogán. En este pintoresco pueblo marinero de coloridas casas con buganvillas e hibiscos siempre hace sol para disfrutar de sus playas de arena fina. Y por eso está garantizado el atardecer desde las terrazas de los bares y restaurantes junto a sus canales. Con más de 200 atraques, sirve de punto de partida del submarino que desvela los riquísimos fondos marinos a aquellos que no se atreven a descender a bucear con la botella de oxígeno.

El mejor punto para la observación del Universo

Partimos de que la contaminación lumínica en Gran Canaria es bastante escasa, por no decir nula. De modo que los astrónomos han encontrado aquí su lugar en el mundo y desarrollan cantidad de actividades desde el Observatorio Astronómico de Temisas, en un caserío enclavado en un olivar muy importante de Temisas, idílico para una escapada rural; así como desde el Centro Astronómico Roque Saucillo, en San Mateo, donde Astroeduca organiza la Star Party, una cita anual bajo el firmamento en diferentes localizaciones de la isla.

Meca del submarinismo

Para los amantes del buceo, Gran Canaria es un Continente en Miniatura, una especie de museo bajo el mar donde se pueden reconocer las grandes maravillas que esconden los siete océanos de la Tierra. Cuevas volcánicas, desiertos dunares con pecios de profundidades asequibles que no requieren descompresión, arrecifes artificiales colocados estratégicamente por expertos de Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para favorecer la reproducción de la vida submarina, bancos de peces de todos los tipos (morenas, pedregales, barracudas, tortugas, alfonsitos, sargos, tamboriles espinosos o meros de hasta 30 kilos) son solo algunos de sus atractivos.

Las Palmas de Gran Canaria

En la capital, próxima a las callejuelas del barrio antiguo de Vegueta, con más de 500 años como testigo de la Historia, te topas con la playa urbana de las Canteras, una lengua de arena cambiante de varios kilómetros donde puedes nadar sin oleaje o hacer snorkel para admirar el tesoro marino que se cobija bajo el mar. En paralelo corre el paseo marítimo, con las terrazas de La Puntilla y sus cafeterías, heladerías y restaurantes de pescado recién capturado por los pescadores locales. Otro ambiente totalmente diferente, al otro extremo de Las Canteras, es el que generan los surfistas alrededor del Auditorio Alfredo Kraus, con sus bares de copas y picoteo con música surfera.

La Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas

Conformada por tres ecosistemas, el Palmeral, la Charca, y las Dunas, el desierto de dunas de Maspalomas es un enorme mar de arena dorada que parece salir de bañarse en el océano y es una de las franjas de costa más frecuentadas de Europa por bañistas y surfistas que acuden a los establecimientos hoteleros de Maspalomas, Playa del Inglés y Meloneras. Ni que decir tiene que la vida nocturna allá es un hervidero prácticamente todo el año, dado el buen clima generalizado. Todo gira aquí en torno al Faro de Maspalomas, que lleva alumbrando a los barcos que se acercan a la isla desde 1890.

Surfing, Kitesurfing y Windsurfing a toda pastilla

Con tanto mar alrededor, en Gran Canaria los niños nacen con una tabla bajo el brazo y, cuando ya aprenden a surfear, empiezan a probar con las cometas del kitesurf y las velas del windsurf. La cuestión es estar en el agua. Además, en sus playas el oleaje parece hecho por encargo, pues resulta sencillísimo aprender a los novatos, sin dejar de haber olas en otros puntos estratégicos para los más veteranos, tales como Pozo Izquierdo, Vargas, Ojos de Garza, Tarajalillo, Bahía Feliz, Playa del Águila, San Agustín, Playa del Inglés, Tauro o Puerto Rico, considerada la capital europea del windsurf.

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